T-1000 se hizo realidad, o por lo menos una parte de su concepto. Un grupo de investigadores desarrolló un robot que es capaz de atravesar los barrotes de una jaula, cambiando su estado sólido a uno líquido y luego recuperar su forma, de una forma similar a como lo hace el villano de Terminator 2.
Por Juan Rós | Infobae
El proyecto fue llevado a cabo por la Universidad Carnegie Mellon y la Universidad de Hong Kong, que toma una fuerte inspiración en los pepinos de mar, animales que son capaces de evitar obstáculos al cambiar su estado.
Si bien el resultado no refleja la misma espectacularidad que la película de James Cameron, demuestra cómo la ficción tiene una base muy grande de realidad, que la tecnología y la ciencia pueden hacer corta esa brecha.
En las imágenes se ve a un pequeño robot, con la forma de un muñeco de Lego, dentro de una jaula. Al moverse se encuentra con los barrotes que bloquean su paso, sin embargo, estos producen corriente que llega a su cuerpo y ahí se produce el paso de estado sólido a líquido.
El dispositivo se mueve para salir del lugar y al recibir otra descarga eléctrica recupera su forma inicial.
El nombre del robot es MPTM, siglas que quieren decir Material de Transición de Fase Magnetoactiva en español, y está fabricado en galio, un metal que liquido al sobrepasar la temperatura ambiente, después de 30 grados centígrados.
De esta forma, en condiciones ‘normales’ el dispositivo siempre va a estar en estado sólido, pero al subir la temperatura va a cambiar su forma, lo que no lo limita a seguir teniendo partículas magnéticas que le permiten interactuar y cumplir sus funciones como robot.
“Los MPTM pueden cambiar reversiblemente entre fase sólida y líquida, calentando con un campo magnético alterno o mediante refrigeración ambiental. De esta manera, combinan de manera única una alta resistencia mecánica, alta capacidad de carga y rápida velocidad de locomoción en fase sólida con excelente adaptabilidad morfológica en la fase líquida”, aseguraron los encargados del proyecto en una publicación hecha en la revista Matter.
En este punto, la investigación está en una fase inicial, por lo que aún no han llegado al punto de establecer una funcionalidad puntual para este tipo de desarrollos en el futuro o el impacto que pueda generar en la industria actual.
Todo esto teniendo en cuenta que el equipo no solamente ha probado en el robot el hecho de cambiar de estado para pasar obstáculos, sino también para trepar paredes, empujar objetos y dividirse por la mitad para ser dos dispositivos en uno.
Un ejemplo que dan los investigadores sobre un posible caso de uso, es que el robot funcione como un tornillo en espacios de difícil acceso, moviéndose hasta el orificio, luego entrando en él para fundirse tomando la forma de espiral y finalmente volver a su estado sólido para quedarse allí.
Sin embargo, son claros en que necesitan “muchos más estudios para profundizar en cómo podría usarse realmente para administrar fármacos o extraer objetos extraños”.
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