Mariann Rojas Orozco tiene 38 años. Es esposa y madre de dos niñas, una de 11 años y la más pequeña de 3. Comenzó en el mundo del running hace una década y al mismo tiempo se inició en el ciclismo, donde experimentó “la sensación de libertad que da una bicicleta”. Así arrancó su vida en el mundo del triatlón, donde ha logrado importantes reconocimientos nacionales e internacionales.
Por El Pitazo
El más reciente fue el tercer lugar en su categoría, máster, en el Ironman Cartagena, celebrado en el mes de diciembre de 2022. Este galardón le otorgó el pase al Campeonato Mundial de Ironman que se realizará el 26 de agosto, en Finlandia.
Desde la sala de su casa, mientras su hija pequeña la rodeaba, Mariann habló sobre esta experiencia y las dificultades a las que se enfrentan los triatlonistas venezolanos.
“Cuando uno se enamora del deporte y de cada disciplina, es fácil cumplir con los entrenamientos. Lo difícil llega cuando toca acudir a competencias internacionales. Jugamos un Ironman en Venezuela, nadamos contra la corriente y las vicisitudes del país para tratar de llevar el deporte al exterior”, confiesa Mariann Rojas.
Hasta la fecha de redacción de este reportaje es la única venezolana clasificada, porque aún hasta el mes de marzo hay oportunidad de que otros atletas puedan obtener el pase para Finlandia.
“El triatlón es un deporte escondido, no es tan vistoso como el béisbol o fútbol en Venezuela, a pesar de que somos muchos triatletas en el país. Hasta ahora he participado en las competencias a pulmón propio, gracias al apoyo familiar, pero ir a Finlandia es un viaje largo y costoso”, señala Rojas.
Será una competencia de 113,13 kilómetros, como en Cartagena, es decir, 19 kilómetros de natación, 90 kilómetros de ciclismo y 21 kilómetros de carrera. Es organizado por la World Triathlon Corporation.
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