El debate sobre la participación electoral o la abstención como estrategia, hoy está superado. La realidad ha logrado imponer la ruta electoral: está muy claro que un abstencionismo eterno termina por paralizar o desmovilizar a la sociedad. Y al contrario, en un país donde el gobierno tiene 80% de rechazo, no solo es posible la victoria electoral, sino que es absurdo no cohesionar y movilizar a esa inmensa mayoría en torno a un candidato que represente a todas las fuerzas democráticas.
Sin duda, hemos avanzado. Líderes que afirmaban que no había condiciones para las elecciones regionales, ahora quieren ser Presidente. Tal parece que esa era “la condición electoral” que hacía falta. Por tal razón, es lógico que encontremos coherentes discursos sin fundamento, que insisten en cuestionar la participación “con ese CNE”. Quizás intentan justificar su pasado reciente y darle contexto a su nueva postura política. Desafortunadamente, aún no han encontrado una manera de explicar que ayer no habían “condiciones electorales” y ahora que “yo soy candidato(a)” si las hay. Eso debemos entenderlo y al advertir está inocultable realidad, no se pretende ahondar las diferencias o agredir a quienes han decidido transitar la ruta electoral y tienen dificultad para rectificar el rumbo. ¡Bienvenidos todos! Sin embargo, es necesario puntualizar algunos aspectos:
1- Si estamos en dictadura, es una ingenuidad mayúscula pedirle “condiciones electorales” al régimen para hacer un proceso transparente y sacarlos del poder. ¡Esa no existe! A las dictaduras se les ENFRENTA en las condiciones que sean posibles, no en las que uno desea… No es una confrontación democrática, es una PELEA y siempre dispareja, por cierto.
2- Las dictaduras tienen el poder fáctico, el control militar – policial, tienen el monopolio de la violencia, así que enfrentarlos en ese terreno es un grave error. Al contrario, ellos le temen a las manifestaciones democráticas y populares, tienen rechazo del país y evitan siempre la confrontación electoral. Ese es el terreno de la lucha cívica, es ahí donde el ciudadano tiene fuerza.
3- Quienes enfrentan a una dictadura obviamente deben luchar por alcanzar las mejores condiciones POSIBLES y para eso la comunidad internacional presiona de muchas maneras al regimen. La idea es forzarlo a NEGOCIAR tales condiciones y en general, pactar una transición a la democracia. Eso es lo que se hace en México con la mediación de Noruega y la presión de EEUU y la Unión Europea. Así se ha hecho en muchos otros casos en la historia contemporánea.
4- Y no se trata de una opinión personal: una investigación sobre autoritarismos determinó que en un 59% de los casos, las elecciones fueron decisivas para la caída de regímenes autocráticos. En Venezuela, el politólogo y académico John Magdaleno, ha coordinado un estudio sobre las transiciones a la democracia, analizando 102 casos con rigurosidad metodológica y el resultado es que en 44 casos -al menos- esa transición se produjo por vía electoral o como consecuencia de un acto comicial, incluso fraudulento. Es decir, es mentira que “dictadura no sale con votos” y toda esa argumentación vacua que exponen los abstencionistas crónicos.
5- En Venezuela tenemos varios ejemplos de que es posible derrotar a la dictadura en el campo electoral, uno de ellos: “con ese CNE” (realmente con uno peor al que tenemos ahora), ganamos los 2/3 de la Asamblea Nacional en el año 2015. Lo que pasó después es otro asunto pero la derrota electoral fue monumental gracias a la UNIDAD. Un ejemplo más reciente es lo que sucedió en Barinas: el régimen inhabilitó a candidatos, utilizó todos los recursos del Estado: repartió mucho dinero, electrodomésticos, comida, gasolina, cargos en el gobierno, hizo una movilización militar para intimidar, usó a los colectivos, traslado literalmente a todo el gobierno al Estado Barinas, etc. Pero perdió las elecciones, “con ese CNE” se impuso la voluntad de cambio, gracias a la UNIDAD.
6- La clave es la UNIDAD y para alcanzarla, una comisión de ilustres venezolanos se ha instalado para conducir con plena autonomía el proceso de Elecciones Primarias, garantizando la pulcritud del proceso. La participación del CNE sería solo como apoyo en áreas de puntuales, por ejemplo: abrir las escuelas como centros de votación, facilitar la data electoral o cualquier otro asunto que contribuya al éxito de la jornada. Siendo así ¿Qué sentido tiene convertir la participación del CNE en las Primarias en un tema de discordia, en vez de dar un voto de confianza a la Comisión Nacional de Primarias?
7- Si un(a) pre candidato(a) cuestiona a las Primarias, en realidad está boicoteando al proceso democrático que propiciaría la UNIDAD necesaria para derrotar al régimen, así de simple. Más bien, las Elecciones Primarias deben tener el apoyo de todos los sectores democráticos de la sociedad venezolana, lo contrario es absurdo y solo lo justifica un ego insaciable, una estupidez infinita o compromisos ocultos con fines inconfesables.
8- Si un(a) pre-candidato(a) utiliza como excusa al malévolo CNE para cuestionar las Primarias, pese a las reconocidas figuras de la Sociedad Civil que las conducen en representación de la Venezuela democrática ¿Qué podemos esperar de ese liderazgo? ¡Nada! Podemos concluir que “con ese CNE” tampoco irá a participar en las elecciones presidenciales del 2024, jamás derrotará al régimen y su única opción será el eterno abstencionismo y la absurda violencia. ¿O es que “con ese CNE” no se cuenta con la oposición en Primarias, pero si con Maduro en el 2024?
Conclusión
Nadie confía en “ese CNE” pero a pesar de él, es necesario hacer lo que nos corresponde para derrotar al régimen, es decir enfocarnos en lo esencial: unidad, organización y movilización con objetivos claramente definidos. No hay que “buscarle 5 patas al gato”, sino participar y apoyar de forma firme, decidida e incondicional a estas Elecciones Primarias para que su resultado transparente e inobjetable sea el preámbulo de una glamorosa victoria en las elecciones presidenciales del 2024. Por eso, insisto en darle un voto de confianza a los distinguidos venezolanos que asumieron el desafío de conducir este proceso desde la Comisión Nacional de Primarias con plena autonomía e indiscutible vocación democrática. Además, también merecen confianza Enrique Márquez y Roberto Picón como demócratas, rectores del órgano electoral y parte de esa Venezuela que no se rinde.
Twitter: @RichCasanova // Instagram: @r.casanova
Arquitecto / Vicepresidente ANR del Colegio de Ingenieros de Venezuela