El gobierno de Colombia aseguró este jueves que está evaluando la posibilidad de concentrar a las organizaciones armadas en zonas especiales, mientras avanza en las negociaciones de paz con las que aspira extinguir medio siglo de conflicto interno.
“La concentración es el mecanismo más efectivo para impedir que continúen desarrollando las actividades criminales. Si la voluntad es efectivamente dejar esas actividades, las organizaciones tienen que aceptar la concentración”, dijo el ministro de Defensa, Iván Velásquez, en entrevista con Blu Radio.
El presidente Gustavo Petro, el primer izquierdista en gobernar Colombia, adelanta una política de “paz total” con la que busca desarmar a rebeldes, narcotraficantes y pandilleros.
En el poder desde agosto, el mandatario aún no ha detallado las reglas que definirán cada uno de los procesos de desmovilización.
“Lo más probable es que (la concentración) fuera en zonas diferentes de acuerdo con los espacios que históricamente han ocupado” estas organizaciones, indicó Velásquez, pero todavía “es un tema de discusión” sin nada definido.
El narcotráfico y la violencia siguieron tras el acuerdo de paz firmado con la guerrilla de las FARC en 2016.
Petro reanudó en noviembre los diálogos que había sepultado su antecesor con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla reconocida en el país. El 13 de febrero las partes comenzarán un segundo ciclo en México, tras las conversaciones de Caracas.
El gobierno también comenzó acercamientos con el Estado Mayor Central, una facción disidente de las FARC que se marginó del pacto de paz.
Con este grupo, el gobierno firmó un “protocolo” que contempla la entrega de coordenadas para evitar “confrontaciones” con el ejército.
“El Estado Mayor Central debe suministrar las ubicaciones, las coordenadas amplias, de los lugares que tradicionalmente han ocupado (…) y estos espacios no pueden coincidir con tránsito de droga, laboratorios”, porque la fuerza pública seguirá combatiendo el narcotráfico, precisó el ministro Velásquez en una rueda de prensa más tarde.
“Pero de la georreferenciación tiene que pasarse a la concentración”, insistió.
El gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) desmilitarizó 42.000 km² en la región del Caguán (sur) durante una negociación fallida con las FARC, que los rebeldes aprovecharon para fortalecerse.
La política de “paz total” ha sido blanco de críticas de la oposición, que la considera una “apología a la criminalidad y a la impunidad”.
Colombia vive un conflicto armado que en seis décadas deja nueve millones de víctimas, la mayoría desplazados. La cocaína, combustible de la violencia, toca picos históricos en el mayor país productor de cocaína en el mundo.
AFP