“No quiero morirme sola”, fue una de las últimas frases que alcanzó a decir la docente jubilada Rosa Arciniega, poco antes de desmayarse en las afueras de la Gobernación del estado Anzoátegui, mientras protestaba la mañana de este jueves 9 de enero.
Por Corresponsalía
En el audiovisual también se puede apreciar que la educadora, quien es paciente sobreviviente de cáncer (según dijeron sus colegas), decía sollozando que su hija se va del país.
“Yo no quiero que mi hija se vaya (…) Ya mi hijo no está aquí, no quiero morirme sola”, expresaba entre gritos y lágrimas, mientras se encontraba en el acceso al edificio gubernamental de la entidad, donde segundos después se desvaneció.
Entre los presentes auxiliaron a la mujer y cuando reaccionó fue llevada por funcionarios policiales al interior del edificio, donde recibió atención médica.
Vale destacar que el episodio ocurrió luego de que los docentes activos y jubilados realizaran una marcha que partió desde la Plaza Bombón de Barcelona y culminó en la sede del Ejecutivo regional. Allí fueron atendidos por la Autoridad Única de Educación, Mireya Molero, y el jefe del gabinete interno, Sergio Millán.
Hay que acotar que Molero y Millán presenciaron el episodio, pues se encontraban escuchando las solicitudes de los manifestantes y estaban en proceso de firmar un pliego de peticiones que llevaron los docentes, respaldados por el presidente de la Federación de Trabajadores del estado Anzoátegui (Fetranzoátegui), Tito Barrero.