El Día Nacional de los Glaciares, que se celebra en Argentina, fue creado para generar conciencia sobre la necesidad de protegerlos. Cuántos hay en el país y qué dice la ciencia sobre el futuro de los cuerpos de hielo.
Por infobae.com
De acuerdo con el primer Inventario Nacional de Glaciares, realizado en 2018, en la Argentina hay un total de 16.968 cuerpos de hielo, de los cuales 16.078 se encuentran en la Cordillera de los Andes y 890 en las Islas del Atlántico Sur. Estos.
Este relevamiento se realizó a partir de la Ley 26.639, que creó el Inventario Nacional de Glaciares, una herramienta destinada a la protección y manejo de los recursos hídricos en estado sólido de la Argentina. El recuento, llevado a cabo desde Jujuy hasta Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur detectó que, de los 16.968 cuerpos de hielo, 16.078 se encuentran en la Cordillera de los Andes y 890 en las Islas del Atlántico Sur. Los cuerpos de hielo relevados ocupan una superficie total de 8.484 km2, de los cuales 5.769 se encuentran en la Cordillera de los Andes y 2.715 en las Islas del Atlántico Sur, indicó el informe oficial.
En Argentina, se celebra cada 15 de febrero el Día Nacional de los Glaciares en conmemoración de la expedición en la que Francisco Pascasio Moreno, más conocido como el Perito Moreno por su rol como representante de la Argentina en el diferendo de límites con Chile, llegó por primera vez al Lago Argentino, al que bautizó de esta forma, y estuvo cerca del glaciar que actualmente lleva su nombre.
La fecha busca generar conciencia sobre el impacto del calentamiento global en su derretimiento y fragmentación. Según un reciente informe la mitad de los glaciares de la Tierra, especialmente los más pequeños, están destinados a desaparecer a finales de siglo debido al cambio climático, pero limitar el calentamiento global podría salvar a otros de estos cuerpos de hielo. Así lo indicó un nuevo estudio publicado en la prestigiosa revista Science de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.
Qué son los glaciares
Los glaciares son grandes masas de hielo que se acumulan en zonas elevadas, por encima del nivel de las nieves perpetuas, o en las regiones polares, y que descienden lentamente hasta niveles inferiores, como si fuese un río de hielo. Se forman a partir de la acumulación de nieve. A medida que aumenta el espesor, la compactación provocada por el peso de la nieve, la fusión y la recongelación de los cristales van transformando la nieve, que pierde porosidad y gana densidad.
Según dijeron los especialistas argentino, en el Inventario Nacional de Glaciares, estos “constituyen componentes cruciales de muchos sistemas hidrológicos de montaña y son reconocidos a nivel mundial como ‘reservas estratégicas’ de agua, son además elementos emblemáticos del paisaje, que por sus funciones como reguladores hídricos, su belleza y atractivo turístico, generan numerosos beneficios e ingresos significativos para las economías regionales y nacionales”.
“Los cuerpos de hielo también constituyen excelentes laboratorios naturales para estudios científicos de diversa índole, y ocupan un lugar destacado a nivel mundial como indicadores de cambios climáticos pasados y presentes”, agregó.
El organismo argentino también advirtió que “el rápido retroceso de los glaciares en los Andes y otras regiones montañosas del mundo es considerado como uno de los signos más claros del calentamiento que ha experimentado el planeta en las últimas décadas”.
Qué dice la ciencia sobre el futuro de los glaciares
Los resultados del trabajo publicado en Science ofrecen la visión más completa hasta la fecha del futuro de los 215.000 glaciares del planeta. Los investigadores advirtieron que los glaciares del mundo se están reduciendo y desapareciendo más deprisa de lo que se pensaba.
Sin embargo, subrayan que aún la humanidad puede actuar para desacelerar el proceso. Si el mundo puede limitar el calentamiento futuro a sólo unas décimas de grado más y cumplir los objetivos internacionales, entonces desaparecerán algo menos de la mitad de los glaciares del planeta, señala el mismo estudio.
Los autores del trabajo liderado por David Ruonce, del Departmento de Ingeniería Ambiental y Civil de la Universidad Carnegie Mellon y del Instituto de Geofísica de la Universidad de Alaska Fairbanks, subrayan la importancia de restringir las emisiones de gases de efecto invernadero cuanto antes para limitar las consecuencias del deshielo de los glaciares, como la subida del nivel del mar y el agotamiento de los recursos hídricos.
Los investigadores examinaron todos los 215.000 glaciares terrestres del planeta —sin contar los de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida— de una forma más exhaustiva que en estudios anteriores.
Para ayudar a orientar a los responsables políticos, el estudio analizó el impacto de cuatro escenarios sobre los glaciares, en los que el cambio de temperatura media global es de 1,5 grados centígrados, 2,0 grados centígrados, 3,0 grados centígrados y 4,0 grados centígrados.
“Cada grado de aumento produce más deshielo y pérdidas”, afirmó Regine Hock, de la Universidad de Oslo y la Universidad de Alaska Fairbanks, coautora del estudio. “Pero eso también significa que si se reduce el aumento de temperatura, también se puede reducir esa pérdida de masa”, dijo Hock a la agencia de noticias AFP. “Así que, en ese sentido, también hay un poco de esperanza”, subrayó.
Incluso si el aumento de la temperatura global se limita a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales —el objetivo más ambicioso del Acuerdo de París—, los investigadores estimaron que el 49% de los glaciares del mundo desaparecerían para el año 2100.
Esa cifra representaría alrededor del 26% de la masa glaciar mundial. Eso significa que los glaciares más pequeños serían los primeros en verse afectados.
Actualmente se calcula que la temperatura media mundial está aumentando 2,7 grados centígrados, lo que provocaría una pérdida casi total de los glaciares de Europa central, Canadá occidental y el territorio continental de Estados Unidos y Nueva Zelanda.
“Las regiones con relativamente poco hielo, como los Alpes europeos, el Cáucaso, los Andes o el oeste de Estados Unidos, perderán casi todo el hielo a finales de siglo, sea cual sea el escenario de emisiones”, explicó Hock. “Así que esos glaciares están más o menos condenados”, sostuvo.
En el peor de los escenarios —aumento de la temperatura global de 4,0 grados centígrados—, los glaciares gigantes como los de Alaska se verían más afectados y el 83% de los glaciares desaparecerían a finales de siglo.
Qué ocurrirá si desaparecen los glaciares
Según el estudio publicado en Science, la pérdida de glaciares agravaría la subida del nivel del mar. “Los glaciares que estamos estudiando sólo representan el uno por ciento de todo el hielo de la Tierra —aclaró Hock—. Mucho menos que la capa de hielo de Groenlandia y la capa de hielo de la Antártida”.
“Pero han contribuido al aumento del nivel del mar casi tanto como la capa de hielo de Groenlandia y la Antártida juntas en las últimas tres décadas”, dijo.
Un escenario con el calentamiento de 1,5 grados centígrados provocaría un aumento del nivel medio del mar de nueve centímetros, mientras que temperaturas 4,0 grados centígrados más altas causarían un aumento del nivel del mar de 15 centímetros. “No parece mucho, de 9 centímetros a 15 centímetros. Pero no es el nivel global del mar lo que preocupa tanto. Son especialmente las mareas de tempestad asociadas, que tienen el potencial de causar “muchos más daños”, expresó la científica.
La desaparición de los glaciares también repercutirá en los recursos hídricos, ya que proporcionan agua dulce a unos 2.000 millones de personas. “Los glaciares compensan la pérdida de agua en verano, cuando no llueve mucho y hace calor”, explicó Hock.
Las proyecciones del estudio, más pesimistas que las de los expertos en clima de la ONU, se obtuvieron mediante observaciones de la masa de cada glaciar a lo largo de las décadas y simulaciones por computación. A pesar de los alarmantes resultados, Hock dijo que “es posible reducir la pérdida de masa mediante la acción humana. Si eso ocurre es, por supuesto, una cuestión diferente”, dijo. “Si ocurre depende, por supuesto, de los responsables políticos”.
Otra consecuencia del derretimiento de los glaciares es que provocará la extinción de numerosas especies, ya que son el hábitat natural de numerosos animales terrestres y acuáticos.