Era seguidor de Adolfo Hitler y “siempre mantuvo fuerte su aferro por ese país”, dijo la hija de uno de los narcotraficantes clave en la historia del crimen organizado quien fue de los fundadores del temido Cártel de Medellín junto al considerado el primer narco más famoso y poderoso del mundo, Pablo Emilio Escobar Gaviria. Carlos Lehder, el alemán con orígenes colombianos utilizó su alto coeficiente intelectual para formar un imperio gracias al tráfico de drogas.
Cuando fue capturado, Lehder fue sentenciado a pasar 137 años en prisión en Estados Unidos, su captura y posterior extradición fue un hecho histórico ya que fue el primer líder del narco que fue juzgado en una Corte estadounidense. Sin embargo, tras convertirse en un testigo protegido gracias a su testimonio en contra de Manuel Noriega, quien gobernó de facto en Panamá en la década de 1980, pudo reducir su condena para que en 2020 fuera liberado para poder regresar a Alemania.
El primer deseo de Carlos Lehder también conocido como “El Loco” y “Rambo”, fue que al salir de la cárcel, Colombia le permitiera vivir en libertad tras cumplir parte de su condena donde estuvo aislado de su propia familia, incluyendo a su hija Mónica Lehder, quien afirmó que su padre tuvo una exitosa carrera en tierras cafetaleras al haber sido un ingeniero y empresario en dicho país, dijo citada por la BBC.
Lehder, su alto IQ y vencedor del cáncer
Desde que tenía cuatro años de edad, Carlos Lehder comenzó a vivir fuera de los parámetros convencionales tras la separación de sus padres. Su niñez estuvo marcada por haber vivido en varios internados hasta que al cumplir 15 años de edad, viajó a la ciudad de Nueva York para vivir con algunos de sus familiares.
Para la década de 1970, Lehder ya era el líder de una red de compraventa y contrabando de automóviles robados, por esa situación el alemán-colombiano estuvo encarcelado en Connecticut durante cinco años. Una vez que quedó en libertad comenzó a indagar cómo traficar marihuana y cocaína. Con su nuevo conocimiento y al haber estado en Estados Unidos, encontró a Pablo Escobar como su gran aliado para ingresar las drogas a la Unión Americana.
De tal manera que en tan solo tres años, “Rambo” se apoderó de una isla en las Bahamas que paulatinamente la transformó en un lugar de paso de las avionetas que llegaban de Colombia con varios cargamentos principalmente de marihuana, inicialmente, para después hacerlo con cocaína que cada vez más tenía nayor demanda por parte de las personas adictas.
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