Estados Unidos considera que Rusia tuvo “muy poco eco” en América Latina tras la invasión de Ucrania, pero aunque casi todos los países de la región condenan la operación rusa son reticentes a sancionar a Moscú o a enviar armas a Kiev.
Cuando se cumple un año de la invasión, Washington insiste en transmitir un mensaje de unidad de los aliados contra Moscú, liderados por el presidente demócrata Joe Biden. E incluye a América Latina.
“Las Américas permanecen unidas en su apoyo al pueblo ucraniano y hacen un llamado a que se termine la guerra de agresión no provocada de Rusia”, tuiteó este viernes el jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina y el Caribe, Brian Nichols.
El tuit llega horas después de que la Asamblea General de la ONU aprobara una resolución que condena la invasión y pide la retirada de las tropas rusas, con los votos de dos tercios de los 193 miembros.
Entre los que se opusieron figura Nicaragua y entre los que se abstuvieron: Cuba, Bolivia y El Salvador. Venezuela no ha participado porque sigue sin derecho a voto debido a las deudas contraídas con la organización.
Por lo tanto la inmensa mayoría de los países latinoamericanos apoyaron la resolución, como han hecho en otras veces, pero eso no impide que se nieguen a romper con Rusia, con el que muchos comparten intereses diplomáticos y económicos.
Nada más empezar la guerra, Rusia y Estados Unidos emprendieron una campaña diplomática compitiendo por granjearse la simpatía de los países latinoamericanos hacia sus respectivas posiciones.
“Valores compartidos”
Washington cree haber ganado la partida. Rusia “ha intentado expandir su capacidad diplomática, económica y militar en muchas partes del mundo” pero “en las Américas francamente no han tenido un tremendo éxito”, afirmó este viernes Ricardo Zúñiga, subsecretario interino para América Latina y el Caribe del Departamento de Estado estadounidense, en rueda de prensa telefónica.
“Hubo varias campañas de desinformación efectuadas por Rusia en las Américas que tuvieron muy poco eco”, añadió.
La baza de Washington son “los valores compartidos” con los países latinoamericanos, afirma Zúñiga.
El éxito es cuando menos mitigado, sobre todo desde que el bloque de izquierda regional ganó terreno con las victorias electorales de Gustavo Petro en Colombia y Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil.
Al gobierno de Biden le gustaría que se sumaran a las sanciones impuestas a Moscú, que han aumentado este viernes con una nueva salva de medidas. O que cedieran equipamiento militar ruso a Ucrania, como sugirió hace un mes la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson.
Pero las grandes economías regionales, como Argentina, México, Colombia o Brasil, se mantienen en sus trece y se niegan a sancionar al gobierno del presidente ruso Vladimir Putin. Y los países que tienen armamento ruso no parecen tener la intención de cumplirle el gusto a Washington.
“Amigos”
Además Lula no ceja en su empeño de crear un grupo de países para instaurar una mesa de negociación, una propuesta que Moscú afirma sopesar.
“Es urgente que un grupo de países, no involucrados en el conflicto, asuma la responsabilidad de encaminar una negociación para restablecer la paz”, tuiteó Lula este viernes.
El gobierno de Biden reitera que ayudará a Ucrania cuanto haga falta porque “si deja de luchar desaparece como país”, afirmó Zúñiga, quien acusa a Rusia de “seguir siendo el único obstáculo para la paz”.
Washington ha constatado “simpatía” entre los países de la región “por la idea de poner un fin justo” a la guerra, pero asegura que “el presidente Putin no tiene en la actualidad interés en una diplomacia genuina”.
En su opinión “Rusia cada vez está más aislada y sus aliados son países como Irán y Corea del Norte mientras que Ucrania gana amigos y cuenta con el apoyo de muchos países del mundo”.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski se propone engrosar la lista de esos “amigos”. Y en su punto de mira está América Latina y África.
“Ucrania realmente necesita dar un paso hacia los países del continente africano” y “organizar una cumbre” con los países latinoamericanos, afirmó este viernes.
En la región los efectos de esta guerra lejana se han notado en cada uno de los hogares, con una fuerte subida de la inflación, al igual que en el resto del mundo.
Y en el terreno, recuerda la ONU, el pueblo ucraniano “vive un infierno”. | Por Eva Rodríguez Lorenzo / AFP