Venezolanos que perciben un salario de 5 dólares “están condenados a morir de hambre”

Venezolanos que perciben un salario de 5 dólares “están condenados a morir de hambre”

AME2555. CARACAS (VENEZUELA), 20/10/2020.- Un hombre camina frente a una vitrina de la que cuelgan carteles con precios de alimentos el 15 de octubre de 2020, en Caracas (Venezuela). Hay que pararse y releer para poder imaginar la dimensión de algunas cifras: en Venezuela, la inflación de los alimentos durante la cuarentena alcanzó el 671,8 %. La traducción a las calles es pobreza y desnutrición, un drama cotidiano que marca y atenaza más que nunca a los ciudadanos. Ir al mercado es sinónimo de llevarse una sorpresa. Si un ciudadano va dos veces en la misma semana, los productos de la cesta básica tendrán precios distintos. EFE/ Miguel Gutiérrez

 

Al menos 142 dólares se requieren para solo adquirir unos pocos productos de la canasta básica mensual, según Karim Vera, diputada por el estado Táchira a la Asamblea Nacional de 2015, quien asegura que los 5,24 dólares que perciben actualmente los empleados públicos activos y jubilados en Venezuela, no les alcanzan ni para cubrir ocho productos alimenticios por lo que a su juicio, “un ciudadano promedio está condenado a morir de hambre”.

Corresponsalía La Patilla.com





Vera detalló que “los tachirenses necesitamos 866,2 bolívares, equivalente a 35,5 dólares semanales, para comprar apenas ocho productos de la canasta básica, frente a un salario mínimo mensual que está lejos de la realidad y el desgobierno se niega a aumentar, ya que es claro y notorio que desconoce que el cartón de huevos está en 6 dólares, el kilo de pollo en 4,5 dólares, el kilo de carne en 8 dólares, el kilo de queso en 6 dólares, el kilo de arroz en 2,5 dólares, el kilo de pasta en 2,5 dólares, el litro de aceite en 4 dólares y el kilo de azúcar en 2 dólares”.

Igualmente, indicó que en el caso de los tachirenses, muchos de estos ciudadanos deben cruzar la frontera para adquirir alimentos de marcas colombianas, “ya que están en un 15% menos del valor de lo hecho en Venezuela, sin contar que muchos de esos productos son de menor calidad, pero es la alternativa que han encontrado padres de familia para intentar cubrir con las necesidades de sus hijos”.

Enfatizó que “el panorama es mucho más grave para los jubilados y pensionados, que en su mayoría deben debatirse entre la adquisición de medicinas y lo muy primordial de alimentación”.

Expresó que esta situación podría agravarse a corto plazo. Considera que estas condiciones son “inhumanas”, y que si nos son resueltas lo más pronto posible, los venezolanos podrían enfrentar una crisis humanitaria compleja, tal como la padecida entre 2017 y 2019.