El presidente de Rusia, Vladímir Putin, inauguró este miércoles la Gran Línea Circular (GLC) del metro de Moscú, que cuenta con 70 kilómetros de longitud y 35 estaciones.
“Poyéjali (vámonos), chicos”, dijo el jefe del Kremlin por videoconferencia al alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, y el equipo del subterráneo moscovita.
Según el líder ruso, la nueva línea circular, “cambiará la calidad de todo el sistema de transporte de la capital”.
“Hará que la vida sea más confortable y dinámica”, señaló Putin.
Sobianin, por su parte, se congratuló por la finalización de las obras de un proyecto que describió como el “corazón del sistema de transporte” de Moscú.
“Es un proyecto enorme e importante”, aseveró.
La Gran Línea Circular del metro moscovita es la línea circular de metro más larga del mundo.
Con una longitud de 70 kilómetros, la GLC es 3,5 veces más larga que la existente circular del subterráneo capitalino, por encima de la línea circular de Pekín (Línea 10).
En este sentido, Putin confió en poder mostrar la nueva circular rusa a su homólogo chino, Xi Jinping, durante el viaje del presidente del gigante asiático a Moscú que se está preparando ahora.
La Alcaldía de Moscú continúa de esa manera la ambiciosa ampliación del metro capitalino, uno de los más grandes y concurridos del mundo ya cuenta con 14 líneas y más de 250 estaciones, que espera ampliar a más de 300 para 2024.
Desde 2011, Moscú ha abierto más de un centenar de nuevas estaciones tanto propiamente del metro como del Círculo Central de Moscú, una red de ferrocarriles integrada con el metro.
La primera línea del popular transporte público, que tiene la fama de albergar algunas de las estaciones más bellas del mundo, fue inaugurada en 1935.
EFE