Un tribunal ucraniano ha condenado a 12 años de cárcel a un piloto ruso por violar los usos y costumbres de la guerra al bombardear una infraestructura civil en la región oriental de Járkov, informó hoy la Fiscalía General del Estado ucraniana.
Además de la condena de prisión, el tribunal falló a favor de tres empresas que reclamaban una compensación de 1,1 millones de grivnas (28.000 euros) por la vía civil por los daños materiales sufridos, según el comunicado.
El condenado fue identificado tan sólo como el vicecomandante de la sexta unidad de las Fuerzas Aéreas del Distrito Militar Oeste de las Fuerzas Armadas rusas.
Según la fiscalía, en marzo de 2022 recibió la orden de destruir infraestructuras civiles en la región de Járkov y obtuvo las coordenadas de su objetivo, la estación de transmisiones de radiotelevisión de esa provincia que, tal y como destacó el comunicado, cumple funciones exclusivamente civiles.
El piloto ejecutó la orden y dejó caer ocho bombas de tipo FAB-500, que dañaron la estructura metálica de la torre hasta el punto de imposibilitar su funcionamiento acorde con los estándares de seguridad y además destruyeron parte de un edificio administrativo y de varios equipos técnicos.
Días más tarde, la aeronave del convicto, un Su-34, fue derribada por la Guardia Nacional de Ucrania y su piloto fue detenido por efectivos ucranianos tras aterrizar en paracaídas.
Hace una semana, dos soldados capturados en combate el año pasado, uno de ellos perteneciente a una milicia prorrusa y el otro integrante del Ejército ruso, fueron condenados en Ucrania a diez y nueve años de cárcel por haber participado en el bombardeo de zonas residenciales en el frente del Donbás.
EFE