El influyente sacerdote polaco Tadeusz Rydzyk convocó para el próximo sábado una misa al aire libre y una procesión penitencial con reliquias de Juan Pablo II para “compensar los insultos” que según él ha sufrido la figura del pontífice a raíz de un reportaje que le acusa de encubrir abusos sexuales.
Rydzyk, propietario de la cadena de emisoras Radio María, dueño de una universidad y accionista de varias empresas, hizo el llamamiento para “combatir las difamaciones, calumnias y ataques” difundidos recientemente “contra la Iglesia, las enseñanzas de Cristo y la identidad polaca” a través de “la memoria del santo papa Juan Pablo II”.
La reacción de Tadeusz Rydzyk se une a la de la cúpula eclesiástica polaca y numerosas personalidades políticas de toda Polonia que han expresado su condena a un reportaje periodístico emitido la semana pasada en el que se aportaban pruebas de que, cuando era arzobispo de Cracovia (sur), Karol Wojtila encubrió varios casos de abusos sexuales a menores dentro de su diócesis.
El domingo, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, publicó un mensaje de voz en sus redes sociales en el que afirmó que “los intentos de presentar a Juan Pablo II y a la Iglesia a través de un prisma malvado” no se diferencian de los que presentan a los polacos “como chantajistas y colaboradores durante la Segunda Guerra Mundial”.
“Defendiendo a Juan Pablo II, defiendo la unidad de los polacos”, añadió Morawiecki, quien cambió su foto de perfil en las redes sociales por una de Juan Pablo II al día siguiente de emitirse el reportaje.
Incluso figuras políticas de la oposición, como el ex presidente Bronis?aw Komorowski en un debate televisivo el domingo por la noche, se han pronunciado a favor de mantener “la memoria de Juan Pablo II alejada de los radicales de izquierdas y derechas” y de quienes “osen intentar destruir una parte de la santidad” del papa polaco.
Por su parte, Rafal Trzaskowski, alcalde de Varsovia y figura destacada del principal partido de la oposición, aseguró la semana pasada que la opinión expuesta en el reportaje no cambiaba “en nada” su “imagen positiva” de Karol Wojtyla.
Desde la Conferencia Episcopal de Polonia se comparó el documental con el intento de asesinato que sufrió Juan Pablo II en 1981 en Roma.
El pasado jueves, el Parlamento polaco adoptó una resolución “en defensa del buen nombre de Juan Pablo II”.
EFE