Magashi, un rinoceronte negro oriental nacido el 4 de marzo en el parque zoológico de Dvur Kralove (República Checa), presentado hoy a periodistas y fotógrafos, supone otra gota de esperanza para preservar una subespecie en peligro de extinción.
Se calcula que quedan en el mundo 800 ejemplares del “diceros bicornis” oriental, una población que fue diezmada por la caza indiscriminada y furtiva desde la década de los años 70.
A partir de entonces comenzó en Dvur Kralove, a unos 150 kilómetros al este de Praga, un programa de preservación orientado a esta subespecie, que supuso el envío a Europa de trece ejemplares jóvenes, que ha permitido que nacieran desde entonces 39 ejemplares.
Esto ha permitido al zoo devolver muchos de estos animales a su hábitat natural, en reservas de Ruanda y Tanzania.
Dvur Kralove vio en el último año el nacimiento de tres nuevos animales, la mitad de los nacidos en el mundo en cautividad.
Magashi nació con 36 kilos y sus progenitores son Maisha, una hembra procedente de Dvur Kralove y que parió por cuarta vez, y Embu, un macho semental que llegó en 2020 del zoo de Chester (Inglaterra).
El pequeño rinoceronte “gana cada día un kilo de peso y cuando tenga un año pesará unos 500 kilos”, declaró a EFE su cuidador.
De momento depende de la lactancia de su madre, aunque también recibe trozos de fruta y vegetales, convenientemente troceados.
Durante un año y medio Magashi y su madre compartirán techo en su cubículo, aislados del resto del colectivo.
A partir de entonces la cría podrá compartir con los demás los espacios de salida, con un colectivo que actualmente se compone de quince animales.
EFE