Horas antes del partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones entre el Nápoles y el Eintracht Fráncfort se registraron enfrentamientos entre hinchas del club alemán y la policía italiana.
Cientos de aficionados ultras alemanes, encapuchados y vestidos de negro, lanzaron objetos y bengalas contra los policías, que respondieron con el uso de gases lacrimógenos, según las imágenes difundidas por los medios italianos, en las que también se pudo ver un coche patrulla en llamas.
Estos actos violentos, concentrados en una plaza del centro histórico de la ciudad, se producen en el marco del veto de las autoridades locales a que los hinchas visitantes tuvieran entradas para este partido, por temor a disturbios.
A pesar de ello, al menos 600 aficionados alemanes viajaron a Nápoles sin entrada, según una periodista de la AFP. Antes de los disturbios de la tarde se habían reunido junto a un hotel a orillas del mar y habían paseado por el centro de la ciudad, bajo vigilancia de las fuerzas del orden y de un helicóptero.
Los hinchas del Eintracht fueron evacuados del centro de la ciudad a las 18h00 locales (17h00 GMT) mediante varios autocares, según la prensa italiana.
El alcalde de Nápoles, Gaetano Manfredi, citado por la agencia italiana Ansa, denunció “devastaciones locas e inaceptables”.
En los alrededores del estadio, el ambiente era muy tranquilo antes del inicio del partido, constató la AFP.
El Eintracht y sus hinchas están desde la pasada temporada bajo estrecha vigiliancia por parte de la UEFA después de la invasión del terreno de juego y el uso de material pirotécnico en su Waldstadion, después de la clasificación de su equipo la final de la Europa League, tras eliminar al West Ham inglés en semifinales.
En el desplazamiento a Marsella (Francia), en septiembre en la Liga de Campeones, hubo incidentes entre aficionados del Marsella y del Eintracht, con lanzamiento cruzado de bengalas entre gradas. Un hincha del Eintracht resultó herido de gravedad y hubo aficionados alemanes que hicieron saludos nazis.
AFP