La invasión de Rusia en Ucrania continúa cobrando víctimas y en los últimos días surgió un nuevo ataque a la ciudad de Vuhledar donde el cielo se iluminó con varios cegantes destellos color blanco que caían sobre las calles ucranianas, su origen: una poderosa arma que el presidente Vladimir Putin ordenó utilizar vía aérea contra las zonas a invadir en un conflicto armado que ya superó un año donde se han cometidos crímenes de guerra que ya investiga la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya.
Por: El Heraldo
La Armada enviada por el ex agente de la KGB sigue en su intento de derrotar las defensas ucranianas del mandatario Volodimir Zelenski que se mantienen resistiendo con la ayuda de armamento enviado por los países occidentales como Estados Unidos, Alemania y Canadá. Pero para ganar mayor tiempo, Putin ha desplegado el arma letal con el que pretende desaparecer a sus enemigos con un solo disparo.
Aquellos destellos de color blanco que cayeron sobre las calles ucranianas podrían tratarse de varias bombas termita, cuya composición contiene 68.7 por ciento de termita, 29 por ciento de nitrato de bario, 2 por ciento de azufre y 0.3 por ciento de aglomerante. El conjunto de esos elementos crean una reacción tan poderosa que pueden desintegrar al instante el metal.
La arma más cruel de Putin
En ese sentido, Vladimir Putin ha desplegado el lanzamiento de dichas bombas que al ser arrojadas arden a una temperatura extrema superior a los 2 mil 400 grados centígrados, que es lo suficientemente caliente para deshacer además la carne humana hasta dejar a las víctimas hasta los huesos. Por su composición química, las bombas termita en lugar de explotar se queman para desatar el caos.
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