Pasado poco más de un año de la invasión rusa, ya se han documentado miles de crímenes de guerra cometidos por las tropas de Vladimir Putin en Ucrania. Pese a las condenas internacionales y a las investigaciones en su contra, el jefe del Kremlin ya avisó que no detendrá su brutal avance en suelo ucraniano. Es consciente, además, que tal como está planteado el panorama internacional en la actualidad, es difícil que él y su círculo cercano tengan que rendir cuentas ante la justicia internacional en el corto tiempo.
Por Infobae
Oleksandra Drik es experta en derechos humanos y activista del Centro para las Libertades Civiles (CCL), la organización no gubernamental ucraniana que el año pasado fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para documentar lo que está sufriendo el pueblo ucraniano.
La semana pasada formó parte de una delegación que viajó a Brasil y Argentina para mantener encuentros con actores de la sociedad civil de esos países, con funcionarios políticos, think tanks y medios de comunicación. Olexiy Haran (catedrático), Anna Liubyma (directora del Departamento de Cooperación Internacional de la Cámara de Comercio e Industria de Ucrania), e Ihor Shaban (jefe de la Comisión para el Diálogo y Asuntos Ecuménicos de la Iglesia greco-católica), fueron los otros integrantes de la comitiva.
Durante su paso por Buenos Aires, Drik dialogó con Infobae, en el marco de un evento que realizó la Asociación Ucrania de Cultura (PROSVITA), del que también participaron miembros de la sociedad de ese país en Argentina, políticos, diplomáticos y embajadores. La activista habló de las acciones que llevaron a cabo en Sudamérica, contó de primera mano las atrocidades que están cometiendo las tropas rusas en su país, y remarcó la necesidad de crear un tribunal especial para juzgar a Putin y su círculo cercano, una iniciativa que viene impulsando desde hace unos meses el CCL, que hasta el momento ha documentado más de 34.000 crímenes.
“No hay ningún sistema jurídico en el mundo que pueda ocuparse de esta cantidad de delitos por sí solo (…) La CPI sólo puede abarcar un número muy limitado de episodios y delitos, y en el caso de los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad puede resultar extremadamente difícil llevar el caso hasta la cúpula política y militar de Rusia. Esto significa que dentro de cinco, siete o diez años, cuando concluyan las investigaciones y el tribunal examine los casos, es posible que sólo se procese a militares rusos de rango bajo o medio y que los dirigentes políticos y militares rusos queden totalmente impunes”, explicó la activista ucraniana, quien calificó a Putin como un “dictador sangriento” que “tiene esta idea muy enferma de restaurar el Imperio Ruso”.
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