Las autoridades tailandesas informaron este lunes que han detectado un rastro de radiación en una fundición de acero en la provincia de Prachinburi, donde a finales de febrero se extravió de una central eléctrica un cilindro con material radiactivo.
El gobernador provincial, Ronnarong Nakornjinda, indicó durante una rueda de prensa que el operativo de búsqueda detectó la víspera un rastro del isótopo Cesio-137 procedente de un bloque de metal comprimido y que se encontraba dentro de la factoría.
De momento, las autoridades han evitado confirmar que el rastro radioactivo proceda del cilindro perdido, que en su interior también tiene Cesio-137.
“Aunque hemos detectado el Cesio-137, no podemos concluir que provenga del dispositivo que se extravió”, apuntó Permsuk Sutchaphiwat, secretario general de la Oficina de Átomos para la Paz (la principal autoridad para la investigación nuclear en Tailandia), quien aseguró que el material está “bajo control”.
Las autoridades ordenaron parar la actividad y han acordonado la fábrica para que los equipos continúen con la búsqueda de la sustancia radiactiva.
“Nadie ni nada puede entrar o salir (de la fábrica). Los oficiales también rastrean las zonas cercanas en un radio de 10 metros. De momento, no se ha detectado ningún rastro” en las cercanías de la factoría, apuntó el gobernador.
Desde que las autoridades conocieran la pérdida del cilindro radiactivo el 10 de marzo, los equipos de búsqueda han rastreado numerosas localizaciones de la región, a unos 150 kilómetros al este de Bangkok, entre ellas la central eléctrica donde se encontraba el dispositivo, tiendas de antigüedades y chatarrerías.
La pieza, con un diámetro de 12 centímetros, 20 centímetros de longitud y 25 kilos de peso, está recubierta de plomo y revestida de acero para evitar que se filtre el material radioactivo.
Las autoridades precisan que de “permanecer intacta” no existe un riesgo para la salud pública y en caso de ser “desarmada” supondría un radio de radiación de entre 1-2 metros, lo que podría causar quemaduras a las personas expuestas y riesgo de padecer cáncer.
El cilindro, que se ubicaba a unos 15 metros del suelo y era utilizado para medir el nivel de ceniza en el silo de la central eléctrica Prachinburi, se cree que pudo extraviarse el 23 de febrero cuando un trabajador escuchó un fuerte ruido metálico.
A principios del año 2000 ya se reportó un incidente similar en Tailandia, cuando un recolector de chatarra encontró un contenedor abandonado que poseía el material radioactivo cobalto-60 y lo desarmó sin saber el peligroso contenido que almacenaba.
Un equipo de búsqueda logró finalmente encontrar la fuente radioactiva en la provincia de Samut Prakan, colindante con Bangkok, en un caso que acabó con la hospitalización de diez personas y se estimó que unas 1.872 estuvieron potencialmente expuestas de manera significativa a la radiación. EFE