El banco más grande del mundo vendió las valiosas joyas de uno de sus clientes

El banco más grande del mundo vendió las valiosas joyas de uno de sus clientes

La fachada de uno de los edificios del JPMorgan Chase Bank (REUTERS/Caitlin Ochs/File Photo)

 

 

JPMorgan Chase & Co. se enfrenta a una demanda de una pareja que afirma que el banco vendió USD 10 millones en joyas y otros objetos de valor que guardaron en cajas de seguridad.

Con información de Bloomberg Línea

Jorge y Stella Araneta dijeron que JPMorgan envió las facturas de las cajas a una dirección equivocada, lo que provocó que se atrasaran en su cuenta. Afirman que cuando pagaron la morosidad en su totalidad después de descubrirlo, JPMorgan se comprometió a regresar los bienes almacenados en las cajas. Pero el banco, en cambio, subastó el contenido.

La jueza de distrito de EEUU Naomi Reice Buchwald, desestimó el miércoles una de las solicitudes de la demanda de 2022 bajo la ley bancaria de Nueva York, pero el caso contra negligencia y otros cargos continúa.

JPMorgan declinó comentar sobre la decisión. En presentaciones judiciales, el banco ha dicho que persistía una morosidad y que envió advertencias a los Araneta antes de la subasta. JPMorgan decidió dejar de ofrecer nuevas cajas de seguridad a partir de diciembre de 2021.

La pareja, que reside en Filipinas, pero tiene un apartamento en Park Avenue en Manhattan, demandó al banco el año pasado. Afirman que habían arrendado cajas de seguridad en las sucursales de JPMorgan en la ciudad de Nueva York a partir de 2006 después de que el banco las comprara y las renovara anualmente, con pagos deducidos de sus cuentas corrientes y enviando facturas y estados de cuenta a direcciones en Manhattan y Miami.

En marzo de 2016, el banco envió avisos sobre la renovación de dos de las cajas, advirtiendo que se perforarían y se retiraría el contenido si no se recibían los pagos dentro de los siguientes 60 días, afirman los Aranetas. Según la demanda, esos avisos no fueron enviados a las direcciones de Nueva York o Miami sino a un apartado de correos en Baton Rouge, Louisiana, donde los Araneta dicen que nunca los recibieron.

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