Se conoció que la defensa de la excongresista Aida Merlano pedirá su traslado hacia el municipio de Malambo, en Atlántico, en una reclusión militar. Las razones de la solicitud, entre otras, se da por motivos de seguridad y para que Merlano pueda tener las garantías de recibir visitas de su familia.
Por Semana
Merlano la ha expresado a su abogado la falta de garantías que tiene en El Buen Pastor porque se trata, nada más y nada menos, que del lugar en el que planeó su fuga.
Dicha solicitud la presentaría en horas de la tarde el abogado Miguel del Río ante el Inpec, que es la autoridad competente.
Actualmente, Merlano se encuentra en la cárcel El Buen Pastor, donde cumplirá dos condenas que tiene pendientes por delitos electorales. Casualmente, fue en este mismo centro carcelario que la dirigente política conservadora planeó su cinematográfico escape en octubre de 2019, después de asistir a una cita de diseño de sonrisa.
Merlano, quien fue deportada el pasado viernes tras estar tres años en Venezuela, había pedido por medio de su defensa un lugar de reclusión que le brinde todas las medidas de protección y seguridad, esto al advertir que teme por su vida debido a las denuncias que ha hecho en contra de clanes políticos de la costa, entre ellos las familias Char, Name y Gerlein.
Fuentes del Inpec le confirmaron a SEMANA que, desde que llegó la excongresista, no se pensó en ningún momento en un sitio especial de reclusión sino en la cárcel, sin tratos preferenciales pero obviamente garantizándole todas las condiciones de seguridad necesarias.
Tras su deportación, y en una rueda de prensa que se celebró en la sede de la Dijin de la Policía, la exrepresentante a la Cámara manifestó que quiso regresar al país a “hacerles frente a todos los procesos que cursan en mi contra, a dar la cara a la justicia para responder por los delitos que cometí, y para defenderme de los delitos que me imputan injustamente y de los que yo me declaro inocente”.
“Voy a seguir dando la batalla hasta demostrar la inocencia en los montajes de los que fui víctima de un clan político mafioso de la costa Caribe”, enfatizó Merlano quien se mostró muy sonriente y amable con los funcionarios de Migración Colombia y de Policía que la acompañaron en todo momento. Por protección, la excongresista portó un chaleco antibalas y estuvo custodiada por hombres fuertemente armados.
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