El cese de Julian Nagelsmann en el Bayern -todavía sin confirmación oficial pese a que las reacciones llueven dentro y fuera de Alemania- se produce justo cuando el club bávaro se enfrenta a una serie de partidos que pueden resultar decisivos y que decidirán sobre el fracaso o el éxito de la temporada.
El Bayern tiene ahora la pausa de selecciones para ordenar la casa, pero luego vendrá un reto tras otro sin pausa alguna posible.
El sucesor de Nagelsmann, se habla de Thomas Tuchel y se dice que solo falta la firma sobre el contrato, tendrá que vérselas el 1 de abril con el Borussia Dortmund, que ha desplazado al Bayern del liderato.
El 4 de abril enfrentará en cuartos de final de la Copa de Alemania, a partido único, al Friburgo. Y el 1 de abril tendrá que viajar a Manchester para la ida de cuartos de la Liga de Campeones contra el City.
Esos tres partidos pueden dejar abierta la posibilidad del triple para el Bayern o pueden ponerlo en una situación en la que se vea amenazado por una temporada sin títulos.
El duelo contra el Dortmund puede llevar a recuperar el liderato pero puede llevar a que el Dortmund, que está en racha, se ponga cuatro puntos por encima y a que el Bayern deje de depender de si mismo para retener el título de campeón alemán.
Ese panorama hace que el momento en que se produce el cese, todavía sin confirmar, resulte sorprendente y abra toda una serie de preguntas. Pero por otro lado es claro que desde hace mucho había dudas con respecto al trabajo de Nagelsmann, propenso a los experimentos tácticos que no siempre le han dado resultado.
Su trayectoria impecable en la Liga de Campeones -el Bayern ha ganado todos los partidos incluidos los dos de octavos de final contra el PSG- contrastan con lo que ha sido el desempeño del equipo en la Bundesliga desde que terminó la pausa de invierno.
El Bayern dejó escapar una ventaja de diez puntos que tenía sobre el Dortmund. La gota que derramó el vaso fue la derrota del domingo pasado contra el Bayer Leverkusen por 2-1 que costó el liderato.
Nagelsmann era para el Bayern un entrenador para liderar un proyecto a largo plazo. Para ficharlo pagó una cláusula de 25 millones de euros al Leipzig. Pero una serie de problemas que han visto en esta temporada dentro y fuera del campo llevaron a que los vientos cambiasen.
En muchos medios se asegura que Nagelsmann ha terminado por perder el vestuario. Su único defensor entre los líderes en la última semana parece haber sido Joshua Kimmich.
Otro tema ha sido la gestión de Thomas Müller. Cuando Müller ha jugado noventa minutos el Bayern solo ha perdido un punto en esta temporada. Sin embargo, Nagelsmann lo ha incluido con demasiada frecuencia en las rotaciones lo que suele afectar toda la estática del equipo.
De otro lado, es posible que una lucha de poder que se permitió Nagelsmann y que llevó al cese del entrenador de porteros Toni Tapalovic, muy cercano al meta y capitán Manuel Neuer, haya terminado por pasarle factura.
La revista “Sport Bild” sostiene que además de las razones internas par un súbito cese de Nagelsmann ha habido una razón circunstancial que el hecho de que Thomas Tuchel esté en el mercado.
El Bayern ya tuvo en el pasado la mira puesta en Tuchel pero cuando quiso entrar en conversaciones éste ya había firmado con el PSG. Esta vez, según “Sport Bild”, los responsables no querían que algo similar volviera a ocurrir.
El destino d Nagelsmann en el Bayern no es extraño. Desde la ya remota era de Otmar Hitzfeld solo Pep Guardiola ha logrado terminar tres temporadas. Louis van Gaal, Carlo Ancelotti y Niko Kovac ni siquiera terminaron la segunda.
Muchos han sucumbido al peso que tiene el vestuario en el equipo bávaro. También siempre han pesado las altas expectativas, la práctica obligación de ganar la Bundesliga año tras año.
Si llega a Tuchel se dejará la curiosa constelación de que su primer rival será justo el Dortmund, el último equipo que dirigió en Alemania.
EFE