La ONG Amnistía Internacional (AI) denunció en su informe anual los “centenares de personas” en prisión en Cuba por “el ejercicio pacífico de sus derechos humanos” -incluidos “tres presos de conciencia”- y la “represión” de la “disidencia” y de las protestas.
En su documento, que resume lo más relevante del año por países, se advierte asimismo que el nuevo Código Penal cubano consolida “limitaciones a la libertad de expresión y de reunión ya habituales” y supone “un panorama inquietante para periodistas independientes, activistas y cualquier persona crítica con las autoridades”.
También subraya el informe los problemas sociales por “la escasez de alimentos” que sufre el país y los “frecuentes” cortes en el suministro eléctrico. Recordó en este punto que el Estado tiene la “obligación de hacer efectivos los derechos económicos, sociales y culturales” de la ciudadanía.
La ONG destacó que al cierre del año pasado “continuaban en prisión centenares de personas que habían sufrido la represión de las protestas de julio de 2021”, las mayores en décadas.
Se trató de unas manifestaciones espontáneas y en su mayoría pacíficas en un momento de grave crisis económica por la concurrencia de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y los errores en la política económica nacional.
AI recordó asimismo que en septiembre y octubre, tras el paso del huracán Ian, “hubo protestas en toda la isla contra los cortes de electricidad generalizados”, en las que “las autoridades respondieron desplegando a cadetes militares para reprimir las protestas, y se denunciaron casos de detención arbitraria”.
En esos días las autoridades “interrumpieron el acceso” a internet “deliberadamente”, denunció IA, que señaló que se trata de una “táctica que era cada vez más habitual para limitar la comunicación en Cuba en momentos delicados desde el punto de vista político”.
La ONG indicó que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, “restó importancia al carácter generalizado de las protestas”, las achacó a una “minoría de contrarrevolucionarios con conexiones fuera de Cuba” y las redujo a actos de “vandalismo” que serían confrontados con “el rigor de la ley”.
“Continuaban en prisión tres presos de conciencia, cifra que representaba solo un minúsculo porcentaje de la cantidad total de personas que se temía que estuvieran detenidas por el ejercicio pacífico de sus derechos humanos”, agrega el informe.
AI hacía así referencia al artista y activista Luis Manuel Otero Alcántara, el músico Maykel Castillo y al líder opositor José Daniel Ferrer, de quien denunció los períodos que ha pasado de “confinamiento solitario” e “incomunicación” en la cárcel.
El documento menciona también la fuerte migración que sufre el país, la aprobación en septiembre del Código de las Familias -que legalizó el matrimonio y la adopción para homosexuales- y la no inclusión del feminicidio en el nuevo Código Penal.
EFE