El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, firmó este lunes una ley que amplía el programa de bonos escolares a todos los alumnos del estado y que había generado las críticas de demócratas y una organización de maestros por considerar que perjudica a la enseñanza pública.
La ley HB 1, aprobada por la Cámara Baja y el Senado de Florida, ambas de mayoría republicana, elimina los requisitos de calificación por ingresos, algo que era sustancial en los programas anteriores, y convierte a todos los estudiantes del estado en elegibles para recibir vales escolares financiados por los contribuyentes.
“Florida es el número uno en lo que respecta a la libertad y elección de educación y la firma del proyecto de ley de hoy representa la mayor expansión de la elección de educación en la historia de Estados Unidos”, señaló DeSantis durante el acto celebrado en un colegio de secundaria de Miami.
Según la normativa, todos los estudiantes son elegibles para recibir vales si acreditan ser “residentes de este estado” y aptos para “inscribirse desde jardín de infantes hasta el grado 12” en una escuela pública.
El comisionado (ministro) de Educación del estado, Manny Díaz, Jr., dijo que, con el nuevo programa, Florida cumple la “promesa de garantizar que todos los niños tengan acceso a una educación de primer nivel”.
DeSantis, reelegido en 2022 y posiblemente candidato a la nominación presidencial republicana en 2024, dijo que la ley continúa dando prioridad a las becas para estudiantes con ingresos familiares que no excedan el 185 % del nivel federal de pobreza, es decir, aproximadamente 51.000 dólares anuales por familia de cuatro miembros.
En este sistema de “prioridad” escalonado, luego irían los estudiantes cuyos ingresos familiares van desde el 185 % hasta el 400% del nivel de pobreza, lo que equivale a unos 111.000 anuales para una familia de cuatro.
La ley aprobada la semana pasada por el Senado, controlado por los republicanos, también permite que los estudiantes que reciben enseñanza en el hogar (“homeschooling”) reciban fondos de cupones, aunque con ciertos requisitos.
Los opositores al proyecto de ley, en su mayoría demócratas, argumentan que la medida desvía dinero de las escuelas públicas y subsidia la educación privada, esencialmente ayudando a los ricos aún más.
En un comunicado, el sindicato de maestros de la Asociación de Educación de Florida (FEA) dijo que se trata de una “idea terrible”.
“Al optar por aprobar un proyecto de ley de vales universales, ciertos legisladores han optado por drenar el dinero de las escuelas públicas que educan a casi el 90 % de los estudiantes de nuestro estado”, reza el comunicado.
Según la organización, “Florida ya ocupa el puesto 44 en la nación en gasto por estudiante en las escuelas públicas de nuestro vecindario. El estado tiene una escasez crítica y creciente de maestros y personal, incluidos conductores de autobuses, paraprofesionales, enfermeras y consejeros de salud mental”.
Pero los partidarios de la ley, sin embargo, sostienen la medida impulsa la competencia entre las escuelas, brinda opciones a los padres y, en última instancia, mejora la calidad de la educación. EFE