El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, recordó este viernes el primer aniversario de la matanza de civiles por militares rusos en la localidad ucraniana de Bucha, cuyas “horrendas imágenes” no olvida, y subrayó que “no habrá impunidad”.
“Ha pasado un año desde que se revelaron los crímenes de guerra cometidos por las tropas rusas en Bucha. Llevo conmigo las horrendas imágenes”, manifestó el jefe de la diplomacia española en su cuenta oficial en Twitter.
Borrell recordó que la UE “ayuda a Ucrania a investigar tales delitos y recopilar pruebas” y recalcó que “no habrá impunidad”.
También el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, recordó hoy el primer aniversario de la liberación de la ciudad de Bucha, ocupada por los rusos y donde se cometieron crímenes contra la humanidad que ahora son investigados por organismos internacionales, y dejó claro que “nunca” perdonarán.
Bucha se convirtió en uno de los símbolos de las supuestas atrocidades que el ejército ruso cometió en Ucrania tras invadir el país el 24 de febrero del pasado año.
Las autoridades ucranianas e instituciones y organismos de los países aliados enviaron a la zona a forenses y técnicos especializados para determinar si el ejército de Moscú cometió allí y en otras poblaciones cercanas, como Irpín, crímenes contra la humanidad.
La Corte Penal Internacional (CPI) emitió este mes una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladímir Putin, por la deportación de niños de Ucrania a Rusia, uno de los crímenes de guerra que se le atribuyen a las topas rusas durante la invasión.
La organización de derechos humanos Human Rights Watch ha asegurado tener indicios de que el Ejército ruso cometió posibles crímenes de guerra en las áreas bajo su control en el país vecino, entre ellos ejecuciones sumarias de civiles en Bucha.
Putin ha rechazado estas acusaciones y las ha calificado de “falsificación”.
EFE