La abogada Stella Assange, esposa de Julian Assange, advirtió este viernes en Bruselas de que “el futuro del periodismo está en juego” si se lleva a cabo la extradición del fundador de WikiLeaks a Estados Unidos, donde está acusado por delitos de espionaje e intrusión informática.
“Hay un antes y un después si se permite que esto salga adelante, será el desmantelamiento de nuestros derechos democráticos. Es un trayecto hacia un colapso total de la democracia, el Estado de Derecho y la libertad de prensa”, avisó Stella Assange, en una rueda de prensa con motivo del festival internacional de cine documental Millenium de Bruselas.
En este certamen se proyecta el documental “Ithaka” (2021), dirigido por Ben Lawrence, que muestra las vivencias de la familia de Assange, sobre todo su mujer y su padre, durante la campaña que impulsan para evitar la extradición del australiano.
Stella Assange afirmó que, con esta película, pretenden que el público “tenga un conocimiento exacto” de la situación en la que se encuentra el fundador de WikiLeaks “desde una perspectiva distinta a la que se les ha ofrecido”.
Assange está preso desde 2019 en una cárcel británica de máxima seguridad, a la espera de su extradición a Estados Unidos, donde está acusado de 17 delitos de espionaje e intrusión informática por divulgar documentos confidenciales sobre la base naval de Guantánamo o las guerras de Afganistán e Irak, entre otros.
Según Stella Assange, con los cargos actuales, su marido se enfrenta a 175 años de prisión en Estados Unidos por, a su juicio, “haber revelado de forma minuciosa crímenes de guerra, incluido el asesinato de civiles” cometido por el Ejército estadounidense.
“Está siendo silenciado, su voz está siendo apagada en prisión, porque probablemente (Julian Assange) sea uno de los intelectuales públicos más conocidos vinculado a la crítica de la industria de la guerra”, aseveró su mujer Stella.
Por otra parte, también definió la causa abierta contra Assange en Estados Unidos como “una actuación extraterritorial”, ya que, según denunció, el fundador de WikiLeaks, que es australiano, llevó a cabo en Europa la actividad por la que está siendo procesado en Estados Unidos.
“EE.UU. ha creado un nuevo patrón bajo el cual puede ir a por cualquier periodista en cualquier lugar del mundo. Un país ahora podría decir ‘no me gusta lo que publicas sobre nosotros, me da igual si eres belga en Bélgica, las leyes belgas de libertad no se te aplican y voy a extraditarte'”, manifestó.
En julio de 2022, Assange recurrió su extradición ante el Tribunal Superior de Londres, después de que la entonces ministra del Interior británica, Priti Patel, firmase la orden para que la Justicia estadounidense pueda juzgarlo por delitos de espionaje.
En noviembre de 2022, los medios que apoyaron a la plataforma WikiLeaks en la divulgación de los documentos confidenciales, entre ellos The New York Times, Le Monde, El País, Der Spiegel y The Guardian, pidieron por carta al Gobierno de Estados Unidos que abandone el proceso contra Assange al suponer, según ellos, una amenaza para la libertad de prensa.
A juicio de Stella Assange, este manifiesto “tendría que haber ocurrido muchos años antes”, si bien admitió que “marca un antes y un después” en el posicionamiento de los medios de comunicación convencionales con relación a la causa de su marido.
“Es significativo, porque ya ha irrumpido en la conciencia del ‘establishment’ que este caso es un problema”, destacó.
Además, también reivindicó la condición de periodista de su marido y aseguró que está siendo perseguido en Estados Unidos no por ser “un denunciante” sino por ejercer el periodismo y particularmente, dijo, en su modalidad de análisis de datos.
Las organizaciones de derechos humanos Amnistía Internacional y Human Rights Watch han reclamado la retirada de todos los cargos contra Assange en Estados Unidos, aunque su mujer lamentó en la rueda de prensa que Amnistía no haya catalogado como un “preso de conciencia” al fundador de WikiLeaks.
EFE