El metropolita Pavlo, líder de un conocido monasterio de Kiev sospechoso de guardar vínculos con Moscú, fue colocado bajo arresto domiciliario durante 60 días, decidió el sábado la justicia ucraniana.
“El juez de instrucción decidió aplicar una medida preventiva bajo la forma de arresto domiciliario del sospechoso las 24 horas”, anunció el tribunal de la capital ucraniana encargada del caso.
La medida se aplicará “durante un periodo de 60 días en el marco de la investigación preliminar, hasta el 30 de mayo de 2023”, añadió.
El dirigente religioso deberá “llevar un dispositivo de vigilancia electrónica” y evitar “comunicarse con testigos en el marco del procedimiento penal”, estipuló el tribunal.
Tres días antes, los monjes del Monasterio de las Cuevas de Kiev que dirige el metropolita Pavlo fueron objeto de un aviso de expulsión por presuntos vínculos con Rusia en medio de la guerra entre ambos países.
Antes de la decisión judicial, su líder fue interrogado este sábado por las autoridades ucranianas.
Decenas de fieles se reunieron con iconos en las manos ante el célebre monasterio ortodoxo de cúpulas doradas. Enfrente, un pequeño grupo de militantes los desafiaba con banderas nacionales azules y amarillas.
Según los servicios de seguridad ucranianos (SBU), el metropolita es sospechoso de “justificar la agresión armada de la Federación de Rusia contra Ucrania y de glorificar a sus participantes”, así como de “violar la igualdad de los ciudadanos en función de su pertenencia racial, nacional, regional o religiosa”.
Antes de su traslado ante un tribunal de Kiev, el líder religioso dijo que el monasterio había sido “registrado” y negó las acusaciones.
“He dicho, digo y diré: condeno todos los intentos contra nuestro Estado y lo que Rusia y (el presidente Vladimir) Putin han hecho es injustificable”, aseguró.
La audiencia judicial del sábado fue aplazada en un primer momento hasta el lunes porque el metropolita no se sentía bien, pero luego se reanudó.
El responsable de relaciones con la prensa de la Iglesia ortodoxa en Moscú, Vladimir Legoida, dijo que el arresto “por falsas acusaciones” de Pavlo es “una continuación natural de la anarquía creada por el gobierno ucraniano”.
Fundado en el siglo XI y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el monasterio a orillas del río Dniéper alberga la sede de la Iglesia ortodoxa ucraniana sometida al patriarcado de Moscú antes de la invasión rusa lanzada en febrero de 2022.
Esta confesión anunció en mayo la ruptura de sus vínculos con la Iglesia rusa, cuyo patriarca ruso, Kirill, apoya la invasión.
Pero el gobierno de Kiev considera que esta Iglesia todavía depende de facto de Moscú.
A pesar de la orden de las autoridades de abandonar el lugar, los monjes se niegan a marcharse.
AFP