La innovación siempre ha estado presente en la vida profesional del venezolano Darwin Enríquez. No en vano, en busca de conocimientos nuevos para evolucionar como tatuador, emigró de su país en 2012 y se estableció en la ciudad de Nueva York.
Por Fabiana Rondón | Voz de América
Nacido en Valencia, estado venezolano de Carabobo, y de formación autodidacta, Enríquez tiene más de 15 años de experiencia como tatuador profesional.
“Me fui de Venezuela hace unos 10 años, cuando sentí que mi trabajo necesitaba evolucionar. Fue una decisión difícil, pero necesaria para seguir creciendo profesionalmente y buscar nuevas oportunidades. Me establecí en Nueva York porque es una ciudad cosmopolita y diversa, donde hay mucha demanda y competencia por el tatuaje (…) La innovación es muy importante en mi oficio, porque me permite estar al día con las tendencias y las exigencias del mercado”, dijo el venezolano en entrevista reciente con la Voz de América.
Recuerda que siempre le gustó el dibujo y el arte, pero no fue sino hasta los 20 años de edad que descubrió el tatuaje como una forma de expresión y empezó a trabajar en un estudio ubicado en su ciudad. Luego decidió viajar por varios países de Latinoamérica y Europa, donde conoció a otros artistas y perfeccionó su estilo.
“Ser tatuador es más que un oficio, es una pasión. Me encanta poder plasmar mis ideas y las de mis clientes en la piel, crear obras de arte únicas y duraderas. Mi trabajo significa mucho para mí, porque me permite expresarme, comunicarme y conectar con otras personas. Además, me da la oportunidad de innovar y experimentar con nuevas tecnologías”, asegura.
Improvisar con Inteligencia Artificial a “mi estilo”
En esa continua necesidad de evolucionar, recientemente -explica- incorporó la Inteligencia Artificial (IA) de OpenAI a sus tatuajes. Dice que esta herramienta ha llevado su trabajo al siguiente nivel en la meca del tatuaje y lo distingue como uno de los artistas de referencia en esa área.
Su interés por la tecnología fue el detonante para que incursionara con la IA de forma “natural”, dice, al recordar el día en que mientras trabajaba encontró un video en la web sobre el sistema Dall-E2, la herramienta de OpenAI que genera imágenes a partir de textos, y notó que podía emplearlo en los diseños de sus tatuajes.
“Me pareció fascinante, seguí investigando mucho, conseguí otros modelos de AI que también podían crear imágenes y quise probarlo para crear diseños originales para mis tatuajes. El proceso es escribir unos token con ciertos requisitos, por ejemplo ‘un león con alas de águila’, y el sistema me muestra varias opciones de imágenes que puede usar como referencia o puedo modificar a mi gusto. De igual forma siempre improviso detalles en el tatuaje para que tenga mi estilo”, remata.
Enríquez dice que desde que comenzó a combinar su arte y la Inteligencia Artificial ha conseguido mayor receptividad de los clientes, al ofrecer tatuajes únicos y personalizados. Agrega que esta nueva opción con AI le permite ofrecer más variedad de diseños, pues en su catálogo tiene muchas herramientas para que el tatuaje sea lo más perfecto posible. Entre las técnicas que usa está el dibujo del diseño a mano y directo en la piel, el uso de la tecnología 3D, la manipulación de imagen con photoshop y la fotogrametría.
Además -cuenta- ha recibido comentarios positivos de sus colegas sobre el resultado del uso que está haciendo de la IA en la obra, pero acota: “Creo que la tecnología es una aliada del arte, siempre y cuando se use con criterio y respeto”.
“Voy a seguir buscando la excelencia y la originalidad en mi arte”
De cara al futuro, este artista venezolano no sabe qué más puede depararle la tecnología, pero aspira a que en algún momento pueda incluso usar realidad aumentada y hologramas para crear tatuajes más interactivos y dinámicos.
“Lo que sí sé es que siempre voy a seguir buscando la excelencia y la originalidad en mi arte”, afirma. También aspira a compartir conocimiento con otros artistas emergentes y dictar talleres y conferencias sobre el tatuaje.
Persistencia y disciplina en el trabajo es su consejo para las nuevas generaciones de artistas del tatuaje.
“Que sean éticos y profesionales. Y que no tengan miedo de innovar y experimentar con nuevas herramientas y técnicas. Creo que la clave del éxito es el trabajo duro, la constancia y la pasión”, concluye.