La protesta de indígenas waoranis sobre los bloques petroleros 16 y 67, en la Amazonía de Ecuador, fue levantada este martes tras alcanzar un acuerdo con la petrolera estatal Petroecuador, según informó la compañía en un comunicado.
La protesta causó que la producción de ambos bloques, que ronda en condiciones normales los 13.500 barriles de crudo diarios, cayese esta semana a más de la mitad.
Petroecuador alcanzó el acuerdo con la comunidad de Dícaro, que desde finales del año pasado había iniciado su protesta al bloquear el acceso a las instalaciones de la zona sur del Bloque 16, lo que obligó a la empresa a proveer de suministros y personal por vía aérea mediante helicópteros.
Los integrantes de esta comunidad, una de las ocho de etnia waorani que están dentro de la zona de influencia de esta explotación petrolera situada en la amazónica provincia de Orellana, reclamaban la reparación de antiguas contingencias ambientales por un derrame de crudo en 2008, una consulta previa sobre el ingreso de Petroecuador a los campos y un acuerdo directo con la petrolera estatal.
Petroecuador asumió la operación de los bloques 16 y 67 a inicios de año después de que el Gobierno no aceptase extender los contratos de servicios con la privada Petrolia, filial de la canadiense New Stratus Energy (NSE).
Asimismo, la comunidad de Dícaro había denunciado que la petrolera les cortó, en presunta represalia por la protesta, el fluido eléctrico que procede de la energía generada en las instalaciones petroleras, mientras que la empresa ha apuntado a cortes temporales que han afectado al bloque.
En su comunicado, Petroecuador señaló que los acuerdos alcanzados con Dícaro fueron posibles gracias a un proceso de diálogo con la participación del Ministerio de Energía y Minas, la Gobernación de Orellana y autoridades locales, que trataron las demandas de la comunidad según las competencias de cada institución.
La petrolera apuntó que esta resolución es parte del Plan de Relaciones Comunitarias que la empresa implementa en las poblaciones aledañas a sus operaciones, enfocada en infraestructura comunitaria, educación, derechos humanos, revalorización cultural, salud y proyectos productivos.
Asimismo, anticipó que realizará gestiones, dentro de sus competencias, para cumplir con los compromisos alcanzados con otras comunidades indígenas de la zona de influencia de los Bloques 16 y 67, como Pompeya, Indillama y Yarentaro.
La comunidad de Guiyero protagonizó el pasado jueves un ataque a una de las instalaciones del Bloque 16, donde, según el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, dos militares que resguardaban el complejo fueron heridos por perdigones y posteriormente hospitalizados en Quito.
EFE