Logan Roy y sus conflictuados herederos no son fruto de la imaginación oscura de un guionista. El creador de la serie confirmó que el drama satírico de HBO está basado en la historia del clan que controla el grupo News Corp y en Rupert Murdoch, el hombre que aún comanda los destinos del multimedios internacional que comenzó con un pequeño diario provinciano en su Australia natal
El tercer episodio de la cuarta –¿y última?– temporada de Succession puso sobre la mesa las cartas de la verdadera guerra por la herencia del grupo de medios Waystar RoyCo y reflotó las comparaciones con otras sucesiones millonarias y conflictivas en la vida real. La pregunta está en el aire con la fuerza del vacío (de poder) que dejó el personaje que interpreta el británico Brian Cox: ¿Qué magnate verdadero inspiró a Logan Roy? ¿Quiénes y qué tan parecidos a sus problemáticos sucesores son los herederos que hoy pelean por el control de las compañías y las fortunas que amasaron sus padres?
Por Infobae
El creador del aclamado drama satírico de HBO, Jesse Amstromg, ha dicho varias veces que la serie está inspirada en más de una familia de la vida real. “Pensamos en dinastías famosas de los medios como los Hearst, hasta los más actuales Redstone (dueños de Viacom y CBS), John Malone (el octogenario dueño de la Fórmula 1), Robert Fitz de Comcast, Robert y Rebekah Mercer (fundadores de Breitbart) y los Murdoch. Muchos millonarios de la realidad”, dijo por ejemplo en una entrevista para el sitio de la plataforma.
Pero aunque suele repetir que la trama también tiene giros que evocan a la sucesión de los Sulzberger, la familia dueña del New York Times; o los Bancroft, que vendieron el Wall Street Journal a News Corp; y a cualquier disputa entre hermanos por los negocios que hicieron ricas a sus familias, el propio Amstrong admitió ante HBO que se apoya “profundamente” en la historia del clan Murdoch, dueño de News Corp (el grupo que controla, entre otros medios en el mundo, al Times, The Sun, el Wall Street Journal, el New York Post, la editorial HarperCollins y el canal de noticias Fox News). Tanto, que un proyecto anterior que nunca llegó a producirse pero circuló mucho en los grandes estudios y productoras, se llamaba directamente Murdoch.
A los 92 años, el Rupert Murdoch de carne y hueso es un patriarca poderoso y sin ganas de retirarse que tiene demasiado en común con Logan Roy. Tiene seis hijos y no cuatro hijos, como su alter ego, pero son fruto de distintos matrimonios y algunos guardan similitudes más que obvias con los ambiciosos chicos Roy. Son cuatro los Murdoch que, según CNN, ocuparon puestos en la compañía de su padre. Los cuatro que inspiraron a Amstrong.
Murdoch nació en Melbourne, Australia, en 1931, pero se nacionalizó como norteamericano en 1985. Tenía 21 años cuando murió su padre y tuvo que hacerse cargo de The News, un pequeño diario de Adelaida, la capital de Australia Meridional, al que pronto convirtió en un éxito que motorizó el crecimiento de su compañía. Durante la década siguiente, adquirió otros periódicos de ese país y de Nueva Zelanda, hasta que en el 69 compró el tabloide News of the World y siguió con The Sun. En 1974 se mudó a Nueva York para continuar su expansión en el mercado norteamericano. De un pequeño diario provinciano, había logrado crear un conglomerado de medios con base en tres continentes.
Tenía 43 años y dominaba en su imperio mediático y en su casa. Separado de su primera mujer, Patricia Booker en 1967, había vuelto a casarse ese mismo año con Ana María Torv. Con Patricia, una modelo de origen australiano como él, tuvo a su primogénita, Prudence, que fue criada en Adelaida hasta el divorcio. Con Torv, una pasante escocesa del Daily Mirror de Sydney, tuvo a Elisabeth, Lachlan y James.
Divorcio y terapia vincular
Rupert se divorció de Ana Torv en 1999 tras un acuerdo de US$1200 millones en acciones. Apenas 15 días después, el magnate de los medios, de entonces 68 años, se casó con Wendi Deng, una treintañera recién graduada de la escuela de negocios de Yale a la que ya había nombrado vicepresidenta de STAR TV –algo parecido a lo que ocurre con Kerry, la asistente-amante de rápido ascenso de Logan en Succession–. Murdoch tuvo dos hijas con ella: Grace (en 2001) y Chloe (en 2003).
Deng y Murdoch se divorciaron en medio de acusaciones de espionaje en 2013 y en enero de 2016, él comunicó que se había comprometido con Jerry Hall. Dos meses después la ex modelo y ex mujer de Mick Jagger se casó con el dueño de News Corp en Londres. Ella tenía 59 años; él estaba a una semana de cumplir 85. En julio de 2022, ella pidió el divorcio citando diferencias irreconciliables.
Todo indicaba que para Murdoch esa era la cuarta y última temporada como esposo, pero el mes pasado le propuso casamiento a Anne Lesley Smith, una presentadora radial evangelista de 66 años. Sin embargo, y después de regalarle un solitario con un diamante corte Asscher valuado en US$2,5 millones, Murdoch canceló la boda por sentirse “cada vez más incómodo con la mirada religiosa” de la novia, a la que había conocido en septiembre último en sus viñedos californianos.
Como cuenta el feature que Vanity Fair publicó hace un par de semanas, en abril de 2019 el New York Times publicó una investigación sobre el legado de Murdoch en donde, entre otras revelaciones, exponía los intentos del magnate por reducir la tensión entre sus hijos mayores con sesiones de terapia vincular que incluyeron un retiro familiar al rancho de Australia. La primera temporada de la serie recreó la escena en el séptimo episodio, donde los Roy se reúnen con un psicólogo en Nuevo México después de que Kendall falla en su intento de desbancar al padre.
El patriarca de los Murdoch le puso paños fríos a la sucesión en 2017, cuando anunció que vendería a Disney la mayoría de sus activos relacionados con el entretenimiento en un acuerdo por US$71.300 millones. Fue tras la venta que Lachlan fue nombrado CEO de Fox Corp, ya reducida a un rol mucho menos determinante.
Es lo que ocurrió en la temporada pasada de Succession, cuando Logan anuncia que en lugar de revelar el nombre de su sucesor definitivo, planea vender la compañía a un gigante tecnológico. En la ficción, el patriarca prefiere morir antes de ceder poder a sus herederos. Omnipotente, no cree realmente que la muerte pueda detenerlo. Cualquier parecido con la realidad… está claro, no es en absoluto casual.
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