Sam Altman, La Inteligencia Artificial ¿libera o condena al mundo?

Sam Altman, La Inteligencia Artificial ¿libera o condena al mundo?

Sam Altman | Wikimedia

 

Posiblemente nunca olvidaremos el nombre Sam Altman. Se proyecta que Inteligencia Artificial (IA) y ChatGPT como tecnología tendrán un efecto más impactante de lo que significó el arribo de Internet y del iPhone.

Especial de Laszlo Beke





La persona clave detrás de este revolución es precisamente Sam Altman, el CEO de OpenAI. Steve Jobs, Bill Gates y Mark Zuckerberg son personas que dejaron huellas indelebles en el tejido del sector tecnológico y posiblemente en el tejido del mundo. Muchas personas conocedoras del sector piensan que Sam Altman eventualmente será considerado en el mismo nivel que esos tres. La realidad es que simultáneamente, mientras OpenAI, la empresa de Sam Altman, estaba desarrollando ChatGPT, también lo estaban haciendo Google y Meta. La diferencia es que OpenAI decidió compartir la tecnología con el mundo. Muchos en el campo de IA criticaron la decisión, con el argumento que con esto se lanzaba la carrera para la liberación prematura de una tecnología que se equivoca, que inventa cosas y la cual muy pronto podría ser usada para la muy rápida propagación de la desinformación. El argumento de Sam Altman fue que es preferible liberar el producto en lugar de continuar probando a puertas cerradas, que es más seguro compartir en forma gradual de manera que todos entiendan los riesgos y aprendamos a manejarlos. Para Sam Altman, la tecnología aparece cuando ello es posible que ello ocurra.

Existe una gran diferencia entre OpenAI y Sam Altman comparada con los comienzos de Apple, Microsoft y Met, ya que ahora la gente esta consciente como la tecnología puede transformar al mundo y cuan peligroso ello puede ser. Curiosamente, Sam Altman ve los pros y contras de este cambiante mundo. Él compara su empresa al proyecto Manhattan, el esfuerzo estadounidense para la construcción de la bomba atómica para poder terminar la II Guerra Mundial, ya que considera que el nivel de ambición que se requiere para IA es similar al del Proyecto Manhattan. Sam Altman piensa que IA traerá una prosperidad y una riqueza, nunca antes vista. Simultáneamente, también le preocupa que las tecnologías que se están produciendo pueden producir daño muy serio – diseminando desinformación, socavando el mercado de trabajo e incluso destruyendo al mundo como lo conocemos.

Sam Altman planteó todas estas ideas de IA y de su impacto en una entrevista realizada el año 2019 y en ese momento parecían ciencia ficción, ahora muchos pensarán que era profético. La realidad es que su mensaje ha cambiado poco desde 2019, pero ahora sus palabras son más audaces. Su empresa está construyendo tecnología que de acuerdo a él “resolverá algunos de nuestros problemas más apremiantes, para verdaderamente mejorar nuestro nivel de vida y para encontrar muchos mejores usos a la voluntad y a la creatividad humana” El impacto puede ser tan fuerte y amplio, que Sam Altman no está exactamente seguro de cuales problemas resolverá, pero siente que ChatGPT ha dado las primeras señales de lo que es posible. Por supuesto, la misma tecnología podría hacer mucho daño si termina en manos de algún gobierno autoritario.

La personalidad

Samuel Altman fue uno de los estudiantes más talentosos de Ciencias de la Computación y fue aceptado en Stanford, de donde se retiró a las 20 años de edad. Él manifiesta que en su corta estadía en Stanford, aprendió más en sus muchas noches dedicadas a jugar póker que lo que obtuvo de la mayoría de sus actividades universitarias. Póker le enseñó a leer a la gente y a evaluar riesgos. Le mostró como identificar en las personas patrones a través del tiempo, cómo tomar decisiones con información imperfecta y decidir cuando valía la pena obtener más información. Sam Altman tiene el don poco común de mover y empujar a la gente hacia nuevas direcciones o rumbos. Samuel Altman tenía creatividad y visión, combinadas con la ambición y la fuerza de personalidad, necesarias para convencer a otros para que trabajaran con él y así llevar sus ideas a la acción. Lo comparan con Bill Gates en este aspecto. Altman nos es un codificador, ni un ingeniero, ni un investigador de AI. Uno de sus mayores talentos reside en su capacidad para entender lo que las personas quieren, aquello que más les interesa, y después averiguar cómo se les puede proveer eso.

La historia y el ambiente

Samuel Altman es un producto de Silicon Valley, cuando este creció tan velozmente en la década del 2010. Entre 2014 y 2019, fue Presidente de Y Combinator, el emprendimiento acelerador e inversor semilla más importante de Silicon Valley. Allí asesoró innumerables nuevas empresas – y fue lo suficientemente astuto para hacer inversiones personales en varias que se han convertido en marcas conocidas, incluyendo Airbnb, Reddit y Stripe. Cómo Presidente de Y Combinator, expandió la empresa de una forma casi desenfrenada, iniciando un nuevo fondo de inversiones y un nuevo laboratorio y expandiendo el número de empresas asesoradas por la firma hasta alcanzar varios centenares por año. Sam Altman se enorgullece de su capacidad de reconocer cuando una tecnología está a punto de alcanzar crecimiento exponencial. También comenzó a trabajar en varios proyectos fuera de la firma de inversiones, incluyendo a OpenAI. Fundó esta acompañado de un grupo que incluía a Elon Musk.

Al igual que muchas fortunas personales en Silicon Valley, esta se encuentra invertida en una variedad muy amplia de empresas de capital público y privadas, pero él no necesariamente es motivado por el dinero. El hecho que hoy no esté dedicado a algo que lo haga más rico, parece ocurrirle a muchos que llegan a tener suficiente dinero. A Sam Altman seguramente lo mueve el poder o la búsqueda de trascendencia. Él consideró seriamente entrar en política (cómo candidato a la gobernación de California), pero decidió que podía contribuir más desde IA. Finalmente, decidió enfocarse en un proyecto que en su opinión, tuviera un impacto real en el mundo. Su hermano más joven opina, que Sam Altman pensaba que él era de las pocas personas que podían lograr cambio significativo a través de investigación en IA, a diferencia de muchos otros que podían hacerlo a través de la política. Este proyecto terminó siendo OpenAI. Para completar el cuadro, también es importante conocer que Samuel Altman es también el producto de una extraña y creciente comunidad que comenzó a preocuparse que un buen día IA pudiera destruir el mundo. Sus miembros, los cuales podrían denominarse racionalistas o altruistas efectivos fueron instrumentales en la creación de OpenAI

OpenAI

Sam Altman fundó OpenAI como una empresa sin fines de lucro en 2015 y en menos de un año le había agregado un brazo comercial. Solo de esta manera se podían buscar y obtener las inversiones para construir una máquina que pudiera hacer cualquier cosa que el cerebro humano es capaz de hacer. Dentro del mismo periodo, personalmente negoció con Satya Nadella, el CEO de Microsoft una inversión de US$1.000 millones y reciente logró otra por US$10.000 millones adicionales. Este acuerdo entre Open AI y Microsoft los ha puesto en el centro de un movimiento que esta dispuesto a rehacer todo, desde los motores de búsqueda hasta las aplicaciones de correo electrónico para hacer tutoría en línea.

Reconstruyó a OpenAI como una empresa con “utilidades-limitadas”. Esto le permite buscar miles de millones de US$ en financiamiento, prometiendo utilidad para los inversionistas como Microsoft. Sin embargo, estas utilidades tienen un tope y cualquier ingreso adicional se reinvierte en el OpenAI sin fines de lucro que fue fundado en 2015. Su idea central es que OpenAI podrá capturar mucha de la riqueza del mundo a través de Inteligencia Artificial Generativa y redistribuir dicha riqueza entre la gente. Adicionalmente, si se equivoca tiene una escotilla de escape. En sus contratos con los inversionistas, la directiva de OpenAI se reserva el derecho de retirar la tecnología del mercado en cualquier momento.

El momento de IA y la comunidad de racionalistas y de altruistas efectivos

Ahora es el momento para tratar de entender cómo estos sistemas eventualmente cambiarán al mundo. Muchos de los investigadores y expertos en IA ven a ChatGPT como un giro o desplazamiento tecnológico fundamental, sin embargo pocos pueden ponerse de acuerdo en el futuro de esta tecnología. Algunos piensan que traerá una utopía donde todos tendrán todo el tiempo y el dinero que necesitarán. Otros piensan que destruirá la humanidad. Un tercer grupo dedica mucho de su tiempo a continuar discutiendo que la tecnología nunca es tan poderosa cómo todos piensan.

Eliezer Yudkowsky, un auto-denominado y muy importante investigador de IA cree que IA pudiera un día destruir la humanidad. Él y sus escritos han tenido roles determinantes en la creación de OpenAI y de DeepMind, otro muy importante laboratorio propiedad de Alphabet-Google. Él también ayudo a a ampliar la comunidad de racionalistas y de altruistas efectivos, los cuales están convencidos que IA es un riesgo existencial. Este grupo sorprendentemente influenciador es representado por investigadores, dentro de los principales laboratorios de IA, incluyebndo OpenAI. Ellos no ven esto como hipocresía: muchos creen que si ellos entienden los peligros con mayor claridad que cualquier otro, ellos estarán en la mejor posición para construir la tecnología.


Se hace referencia a The ChatGPT King Isn’t Worried, but He Knows You Might Be . También aparece en mi Portal https://tinyurl.com/2p8xh2vm. La imagen es cortesía de Wikimedia.