Muchos de los signos de la edad son invisibles, lentos y sutiles: digamos que al vernos al espejo no es que veamos los cambios en la capacidad de división celular, el gasto cardíaco y la función renal. Pero las canas son uno de los indicios más evidentes de que el cuerpo ya no funciona como antes.
Por Infobae
El cabello se vuelve gris cuando las células madre productoras de melanina dejan de funcionar correctamente. Un estudio nuevo realizado en ratones, pero con implicaciones para las personas, que se publicó el miércoles en la revista Nature, ofrece una imagen más clara de los fallos celulares que nos convierten en hombres y mujeres atractivos con canas.
“Se trata de un paso enorme para entender por qué nos salen canas”, afirmó Mayumi Ito, autora del estudio y profesora de dermatología en la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York.
A diferencia de las células madre embrionarias, que se transforman en todo tipo de órganos, las células madre adultas tienen una trayectoria más definida. Las células madre de melanocitos de los folículos pilosos se encargan de producir y mantener el pigmento del cabello.
Cada uno de los folículos pilosos almacena células madre inmaduras de melanocitos. Cuando es necesario, esas células viajan de una parte del folículo a otra, donde unas proteínas las estimulan para que maduren y se conviertan en células productoras de pigmento, lo que le da al cabello su tonalidad.
Los científicos suponían que las canas eran el resultado del agotamiento de esa reserva de células madre de melanocitos. Sin embargo, estudios anteriores con ratones hicieron que Ito y su coautor, Qi Sun, se preguntaran si el pelo podría perder su pigmento incluso cuando sigue habiendo células madre.
Para conocer más sobre el comportamiento de las células madre a lo largo de las distintas fases del crecimiento capilar, los investigadores pasaron dos años rastreando y obteniendo imágenes de células individuales en el pelo de ratones. Para su asombro, las células madre iban y venían dentro del folículo piloso, pasando a su estado maduro de producción de pigmento y luego volvían a salir de él.
Muchos de los signos de la edad son invisibles, lentos y sutiles: digamos que al vernos al espejo no es que veamos los cambios en la capacidad de división celular, el gasto cardíaco y la función renal. Pero las canas son uno de los indicios más evidentes de que el cuerpo ya no funciona como antes.
El cabello se vuelve gris cuando las células madre productoras de melanina dejan de funcionar correctamente. Un estudio nuevo realizado en ratones, pero con implicaciones para las personas, que se publicó el miércoles en la revista Nature, ofrece una imagen más clara de los fallos celulares que nos convierten en hombres y mujeres atractivos con canas.
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