El Centro Internacional de Derechos Humanos, Justicia y Libertad denunció a traves de su director Dr. Miguel Méndez Fabbiani, una maniobra diplomática orquestada para higienizar los graves crímenes contra la humanidad de la narcocracia chavista:
“En la llamada ‘Cumbre de Bogotá’ se pretendió rehabilitar de un plumazo al régimen tiránico, terrorista, narcotraficante y corrupto qué oprime por las armas a nuestra Venezuela.
El Sr. Gustavo Petro asumió abiertamente la defensa internacional del narcorégimen mediante el manido subterfugio electorero.
Pretendieron sin pudor alguno enjuagar los charcos de sangre derramada en el asfalto por nuestros jóvenes estudiantes, ejecutados a plena luz del día por las hordas militares maduristas.
Quisieron suprimir los graves crímenes contra la humanidad cometidos por el chavismo, utilizando el venidero mega fraude electorero, como método justificante de sutil chantaje diplomático.
Este ex guerrillero marxista intentó limpiar el sangriento expediente criminal del chavismo, con verbosas argucias envolventes de tinte ultra-izquierdista, pero su ardid al parecer no surtió efecto alguno entre los miembros de la reunión.
En Bogotá se congregaron extrañamente países serios y un claqué de oscuros intereses geopoliticos, ideológicos, económicos y petroleros; que en nada benefician la lucha libertaria que libra ahora en franca soledad el noble pueblo venezolano.”
El relator internacional qué luego de un secuestro político se vio forzado a exiliarse, insistió en el indispensable sostenimiento de las sanciones como herramienta de presión permanente sobre la élite del régimen:
“Las sanciones no sólo deben permanecer vigentes, sino que deben incrementarse sustancialmente en la medida del evidente atrincheramiento e inmovilidad de los jerifaltes de la narcotirania.
Estos criminales de lesa humanidad no han podido, no pueden, ni podrán jamás librar sus responsabilidades penales en tribunales internacionales.
No logrará la casta roja evadir sus juicios en instancias multilaterales de justicia, aunque algún presidente alquilado y algunos pocos países pre-acordados, se presten arteramente al inaceptable juego de defender despropósitos indefendibles.
Hoy, mientras redactamos esta denuncia, estos genocidas sanguinarios continúan planificando acciones imperceptibles de guerra híbrida contra su propio pueblo.
Los altos mandos mercenarios de la fuerza armada y la cúpula del régimen madurista aplican al detalle la cartilla castrista, con el propósito subrepticio de mantener el absoluto control represivo de la nación.
Ese decálogo infernal que sistemátiza el recurso de la hambruna inducida; la persecución política; el cierre de los medios de comunicación; el plagio electoral; el premeditado colapso económico; el acoso a las ONG y el desplazamiento forzoso de población civil inocente, se aplica en Venezuela cómo método de guerra de arrase para mantener sometida la ciudadanía, mientras la guardia pretoriana del tirano, su jefe de inteligencia y su familia cercana, saquean impunemente las billonarias riquezas minerales de nuestra Venezuela.
Este infame genocidio en cámara lenta no puede ser respaldado por la comunidad internacional, ni puede ser avalado en ninguna “cumbre”, por ningún país democrático, legítimo y serio.”
Nota de prensa.