Ucrania ya no oculta que “pronto” lanzará la esperada contraofensiva para la que tiene “todo listo”, mientras en Rusia persisten las dudas sobre la capacidad de su Ejército para resistir un avance enemigo a lo largo de todo el frente.
“Las principales batallas llegarán pronto. Tenemos que liberar nuestra tierra y a nuestra gente del cautiverio ruso. Tenemos que restaurar plenamente nuestras fronteras estatales tanto terrestres como marítimas”, anunció el comandate en jefe del ejército ucraniano, Valery Zaluzhny.
También el ministro de Defensa ucraniano, Oleskii Réznikov, confirmó hoy que “todo está listo”” para el inicio de las acciones ofensivas sin mencionar fechas concretas.
Según Réznikov, las fuerzas ucranianas ya están en la “recta final” de los preparativos.
DUDAS EN RUSIA
Mientras, en Rusia el contraataque ucraniano es el principal tema de discusión de las últimas semanas y una de las búsquedas más populares en internet.
“El ejército ucraniano está preparado para la contraofensiva. La cantidad de sus tropas no disminuye, sino crece, crece con cada día”, confirmó el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, en una entrevista.
Según Prigozhin, el enemigo no comenzaba el contraataque por el mal tiempo y “tal vez, algunos problemas internos que tenían que resolver”.
El jefe de Wagner, la principal fuerza de asalto de Rusia en Ucrania, recordó que después de la Segunda Guerra Mundial Rusia estuvo implicada solo en los conflictos en Afganistán, Chechenia, Siria y el este de Ucrania.
“Después de (la anexión de) Crimea, pensamos que somos los más fuertes”, opinó para poner en entredicho la preparación actual de las tropas de cara al contraataque ucraniano.
Ígor Strelkov, quien lideró la sublevación prorrusa en el Donbás en 2014, opinó a su vez que el siguiente paso les toca hacer a los ucranianos, porque los generales rusos “durante el invierno y la primavera no pudieron hacer prácticamente nada”.
Con todo, otras fuentes confirman la construcción de fortificaciones rusas a lo largo de toda la línea del frente para frenar el contraatque ucraniano.
NUEVO ATAQUE CON MISILES
La preparación de los bandos para la inminente contraofensiva se produce en medio de nuevos ataques con misiles rusos, uno de los cuales dejó anoche 34 heridos en la región de Dnipropetrovsk, donde causó importantes daños a la infraestructura.
Se trata de la segunda ola de bombardeos rusa en tres días, que en esta ocasión afectó además a Jersón (sur de Ucrania).
Según el Ministerio de Defensa de Rusia, el ataque iba destinado a objetivos militares y sus blancos fueron alcanzados.
El departamento castrense ruso aseguró que el ataque dañó la capacidad de empresas de la industria militar ucraniana dedicadas a producir armas, equipos militares y munición.
El líder del movimiento “Juntos con Rusia”, Vladímir Rogov, afirmó por su parte que el bombardeo pretendía mermar las capacidades militares de los ucranianos de cara a la contraofesiva.
BAJMUT NO SE RINDE
Entretanto, los ucranianos continúan resistiendo en Bajmut, donde las fuerzas rusas proclaman pequeños avances cada día.
“En el frente de Bajmut, luchan contra nosotros 25.600 efectivos, 65 tanques, 450 vehículos blindados de combate, 154 cañones, 56 sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes. Esto es más que el ejército de la República Checa o Hungría”, dijo el portavoz del grupo oriental, Serhiy Cherevaty, en un comentario a “RBK-Ukraina”.
Previamente, el general Oleksandr Syrskyi, comandante del grupo oriental de las fuerzas armadas de Ucrania había informado de que en Bajmut las fuerzas de defensa han obligado con sus contraataques a las tropas rusas a abandonar algunas posiciones.
“La situación es bastante complicada. Al mismo tiempo, en algunas partes de la ciudad el enemigo fue contraatacado por nuestras unidades y abandonó algunas posiciones”, declaró.
Al respecto, el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, aseguró ayer que sus destacamentos habían avanzado unos 230 metros en un día, por lo que “quedan 2,9 kilómetros cuadrados de territorio” por conquistar antes de proclamar victoria total en Bajmut.
EFE