Se les podía ver juntos en el palco real, en las carreras de Epsom o en las de Newbury. Él era uno de sus confidentes más cercanos. Henry Herbert, Lord Porchester, se convertiría en el séptimo conde de Carnarvon, en 1987, pero para Isabel II y sus amigos más cercanos fue siempre Porchie.
Por Mujer Hoy
Lord Porchester fue nombrado por Isabel II gerente de su establo de carreras, a comienzos de su reinado. Eran de la misma generación. Habían pasado por la guerra. Compartían un gran amor por el campo y la vida silvestre, así como por los caballos.
Para ellos fue siempre una gran obsesión. Su amistad personal fue de por vida y duró hasta la muerte de Porchie, a los 77 años, en 2001. La reina Isabel solo ha asistido a unos pocos funerales en los últimos 25 años de su reinado, incluidos los del rey Balduino de los belgas o la primera ministra Margaret Thatcher. Y asistió al de Porchie, su amigo íntimo.
Habían compartido muchas cosas juntos, cuando Isabel todavía no era reina y cuando aún no había conocido a su marido, Felipe de Edimburgo. Porchie era uno de los que la acompañaron en las celebraciones del día de la Victoria, hace 75 años, en el baile del Hotel Ritz, donde Margarita e Isabel bailaron la conga.
¿Fueron amantes Isabel II y Lord Porchester?
Pero, ¿hubo algo más entre la joven heredera y su caballerizo en jefe? La serie «The Crown» sugiere que sí, en su tercera temporada, una insinuación que Dicke Arbiter, exsecretario de prensa de la Reina, calificó, en su momento, de «muy desagradable y totalmente infundada. La Reina es la última persona en el mundo que hubiera mirado nunca a otro hombre. Son chismes que han estado dando vueltas durante décadas, pero no tienen absolutamente ninguna sustancia».
Sin embargo, la serie sobre la familia real británica convierte en punto de interés esta relación íntima. Ya la primera aparición de el personaje de Porchie, en la primera temporada, provoca tensión entre la Reina y el Duque de Edimburgo.
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