El elemento contenido en lo dicho con anterioridad, no se refiere para nada, aunque puede hacer contacto en ciertos puntos, con lo que se conoce como sectarismo o fanatismo; sin embargo, es bueno aprovechar el momento para recordar que el fanatismo brota en cualquier momento y desde cualquier lado.
Como consecuencia de lo explicado inicialmente y más en momentos como los que vive Venezuela, una especie de máquina del tiempo se pone en funcionamiento y aunque sería de mucha utilidad de tratarse de una máquina real, el “uso” se observa como recordatorio de que todos los acontecimientos, entre ellos la acción política, resulta monótona, inalterable, aburrida y atada a maneras agotadoras.
No caben malinterpretaciones y para ser claro, la lógica de la estructura del poder en Venezuela se desintegra, específicamente la sincronía de sus tiempos para ejecutar la propaganda, la violencia, su redistribución (corrupción y repartición) y los eventos electorales. Porque es la oportunidad de obtener el poder para cambiar el sistema o más bien adecentarlo para promover la igualdad de los ciudadanos ante la ley y el Estado de derecho sobre el sistema de justicia.
En esta fase de la transición hay problemas serios para la estructura de gobierno dominante, incluso los recursos humanos que hilan ese poder desde los círculos perversos, están faltando. Una opción política para sustituir el gobierno en el país, tiene la oportunidad y el motivo que concuerdan con las necesidades reales y sentidas de la población venezolana dentro y fuera del territorio, que son precisamente el de deshacerse del actual régimen o sistema de gobierno y luego avanzar en una etapa posterior de la transición; exactamente al diseño e implementación de una República que guarde una sociedad educada, sana, productiva y próspera.
La lógica del poder actual se desmorona por sus propios actos y por el surgimiento de una opción de vida, de valores humanos y de proveer la posibilidad de planificación del mundo de cada quién. Su lógica se desmorona porque no pueden torcer la voluntad que crece, porque no se tiene consideración con sus decisiones, no restringe el ímpetu de la libertad intrínseca del venezolano, no se les obedece y la resistencia trasciende al desplazamiento de sus cargos y erradicación de sus procedimientos.
@abrahamsequeda