Cinco personas han sido asesinadas en Israel en las últimas 24 horas, cuatro de ellas como parte de las crecientes disputas internas dentro de las comunidades árabes, en medio de un fuerte aumento de la violencia en el país, donde los homicidios se han más que duplicado en lo que va de año.
La policía de Israel informó hoy de cinco asesinatos ocurridos en incidentes separados a lo largo del día: cuatro hombres árabes han fallecido por disparos en Nazaret, Qalansawe, Tel Sheva y Shefaram, respectivamente; mientras que un judío israelí fue fatalmente apuñalado en la ciudad de Holon.
Con estos cinco asesinatos suman un total de 87 en lo que va de año, más del doble de los 34 registrados en el mismo periodo del año anterior, según cifras oficiales.
La víctima de Nazaret, identificada como Sahar Natafi, fue tiroteada cuando circulaba en su coche con su mujer y su hija, que resultaron heridas leves, en un incidente que la policía calificó como una disputa criminal entre clanes árabes; mientras las circunstancias del crimen de Qalansawe, en el que murió Mohamed Natur, permanecen confusas.
En la ciudad beduina de Tel Sheva, al sur de Israel, murió Adham Abu Issa, de 26 años e hijo de un exalcalde de la localidad, en un crimen aparentemente relacionado con una disputa entre familias árabes-beduinas sobre la propiedad de unas tierras; mientras que el episodio en Shefaram no está claro más allá de que la víctima también era árabe y murió por disparos.
La ola de crímenes ha sido particularmente letal para la comunidad árabe del país, algo de lo que organizaciones de derechos humanos culpan a la policía por años de desidia y despreocupación hacia esta comunidad, que en los últimos años se ha visto dominada por el crimen organizado entre bandas rivales, que incluye disputas familiares, guerras territoriales entre grupos mafiosos y violencia contra las mujeres.
Los homicidios, dentro y fuera de la comunidad árabe, se han disparado desde la asunción como ministro de Seguridad Nacional -a cargo de la policía- del extremista Itamar Ben Gvir, conocido por su retórica antiárabe y condenado en el pasado por vandalismo, racismo e incitación a la violencia por su vinculación a una organización supremacista judía considerada terrorista por Israel.
Según Iniciativas Abraham, grupo que hace campaña contra la violencia en las comunidades árabes, 69 árabes-israelíes han sido asesinados en circunstancias violentas desde principios de año, 59 de ellos por disparos con armas de fuego; una cifra muy superior a las 27 muertes entre árabes en el mismo periodo del año pasado.
El mes más mortífero este año fue abril, cuando fueron asesinadas 25 personas, 20 de ellas árabes.
El jefe del Alto Comité de Seguimiento para los Ciudadanos Árabes de Israel, un grupo que aglutina a líderes de esa comunidad que representa el 21 % de la población israelí, criticó a las autoridades israelies y en particular a Ben Gvir por no abordar esta criminalidad y haber “abandonado a la comunidad árabe”.
“Existe una situación de anarquía. Es inconcebible que la policía no pueda combatir el crimen y confiscar las armas”, indicó Mohamed Barakeh, ex diputado árabe.
“Hay quienes piensan que si los árabes se matan unos a otros, los distraerá de los problemas principales. Es una ilusión y algo explosivo. Si los árabes matan a los árabes, ¿todo estará bien? ¿Dónde están el Estado y las autoridades?”, lamentó Barakeh en referencia a unas recientes declaraciones del comisario general de la Policía, Kobi Shabtai, en las que afirmó a puerta cerrada que “está en la naturaleza de los árabes matarse unos a otros”.
La ola de asesinatos dentro de Israel, particularmente dentro de la comunidad árabe, coincide con el mayor pico de violencia con los palestinos desde la Segunda Intifada, que en lo que va de año ha dejado más de un centenar de palestinos muertos -la mayoría milicianos en enfrentamientos armados con tropas israelíes en Cisjordania ocupada, pero también civiles, incluidos 20 menores.
De lado israelí, han fallecido 19 personas, la mayoría colonos víctima de ataques palestinos, y entre ellos tres menores.
EFE