Horarios extenuantes, exigencias físicas y peleas de egos, fueron parte del día a día del programa que se convirtió en un favorito de millones de televidentes.
Por infobae.com
El 22 de septiembre de 1986, llegó a la pantalla de NBC ALF, la historia de un alienígena de nombre Gordon Shumway del planeta Melmac que se vio obligado a escapar de su hogar que explotó cuando todos los habitantes conectaron su secadora al mismo tiempo. Después de un año de vagar por el universo, ALF (acrónimo en inglés para Forma de Vida Extraterrestre) llega a la Tierra y termina por convertirse en un miembro de la familia Tanner, enredándose en toda clase de situaciones durante su estadía.
ALF no fue muy bien recibida en Estados Unidos en un principio, pero en países como España, Alemania y gran parte de Latinoamérica, las desventuras del pequeño alienígena marrón y peludo fueron un completo éxito, convirtiéndolo en un referente absoluto de la cultura popular de los años 80.
La serie tuvo cuatro temporadas, llegando a su fin el 24 de marzo de 1990 con un total de 102 episodios. Y si bien desde su intro la serie transmite un montón de nostalgia a varias generaciones de televidentes, lo cierto es que la experiencia que vivió el cast no sólo fue complicada, sino casi traumática.
Los inicios del alienígena más famoso de la TV
Paul Fusco fue el marionetista que creó al carismático personaje de ALF en 1984, dos años antes de que el programa saliera al aire. Fusco le dio vida a Alf con la intención de molestar a sus amigos y familia, pero se encariñó tanto con él que la idea de un programa estelarizado con ALF lo invadía día y noche. Tras conocer a Tom Patchett, guionista de Los Muppets, ambos creativos comenzaron a idear lo que sería el concepto completo de ALF, el cual, entusiasmó de inmediato a Brandon Tartikoff, presidente de la NBC.
En un principio, el actor con enanismo Mihaly “Michu” Meszaros fue el encargado de ponerse en la piel (o pelaje) del alienígena Gordon (que tanto fuera como dentro de la serie era nombrado ALF). Sin embargo, Fusco decidió manejar los hilos el mismo.
ALF estaba siendo un fracaso en Estados Unidos durante su primera temporada, con comentarios que lo comparaban con la Rana René o con E.T. y dejándolo muy mal parado. Se pensó en cancelar la serie, pero NBC había gastado millones para poner al alienígena en toda clase de merchandising, por lo que con todo y la tensión que se vivía por los bajos niveles de rating, la serie continuó.
La segunda temporada se convirtió en un éxito y finalmente, la NBC pudo respirar. Fueron los niños estadounidenses los que se enamoraron de ALF y salvaron al programa, por lo cual, los productores le pidieron a Fusco que transformara a su personaje en uno más “familiar”. A regañadientes, Fusco aceptó, pues había creado a ALF como un adulto que bebía cerveza y decía lo que le venía en gana porque no se regía por las normas sociales de la Tierra.
A Fusco no sólo se le prohibió que ALF bebiera cerveza, sino además que dejara atrás sus deseos de comerse al gato de la familia Tanner (conocido en Hispanoamérica como Suertudo); esto después de que se diera la noticia de que un niño había metido a un felino al microondas como el alienígena intentó hacerlo varias veces en el programa.
La idea de que ALF podía decir lo que quería llegó demasiado lejos, pues en 2010, se revelaron metrajes que no llegaron al corte final de los episodios con la marioneta de ALF (controlada por Fusco) lanzando chistes sexuales y racistas.
Cuando una producción se tambalea y está al borde del fracaso, puede crear mucha tensión entre sus involucrados. Sin embargo, incluso con el éxito mundial de ALF, la familia Tanner estuvo lejos de ser tan feliz como los protagonistas de Friends.
Brian Tanner
Cada uno de los Tanner vivió su propio infierno. En definitiva, el que menos sufrió la grabación del programa fue Benji Gregory, quien le dio vida al pequeño Brian Tanner. Si bien, el joven actor no recuerda gran parte de su trabajo en ALF debido a su corta edad, decidió alejarse por completo de Hollywood, y lo poco que se sabe de él es que su último trabajo de actuación fue en 1993 en la cinta animada Erase una vez en el bosque; posteriormente, se alistó en la Marina en 2005.
Lynn Tanner
La hija adolescente de los Tanner vivió momentos muy complicados durante el rodaje de la serie. La actriz Andrea Elson confesó que sufrió bulimia debido a que NBC le exigía tener la apariencia de una chica de 15 años el mayor tiempo posible. Esto causó varios estragos en su cuerpo y mente, según explicó la misma Elson en entrevista para People en el año 2000.
“Cuando comencé la primera temporada era una niña delgadita, luego empezaron a salirme pechos y caderas y no me gustaba. Sólo quería estar delgada. Llegaba a pasar dos horas corriendo cada día para estar delgada”.
Lynn también confesó que hubo mucha tensión en el set debido a que el reparto “tenía que hacer de segundón de una marioneta. Era ALF y luego estaba la pequeña familia”.
Tres años después de que la serie fuera cancelada, Lynn se casó con el productor Scott Hopper y dio a luz a su primer hija en 1997, alejándose de las cámaras permanentemente.
Kate Tanner
Hasta el día de hoy, Anne Schedeen ha tenido pocos comentarios sobre la serie, pero fue tajante al declarar que “no había alegría en el set”. En una entrevista para el medio Holiday Heroes celebrada en 2005, confesó que las grabaciones del programa alcanzaban las 14 horas al día. Esto debido a que mover a la marioneta de ALF era sumamente complicado; de hecho, el set de la casa de los Tanner fue construido un metro y medio por encima del suelo para que los marionetistas pudieran trabajar con más libertad.
En esta entrevista, Schedeen también confesó que no hubo una quinta temporada porque la audiencia comenzó a bajar y la tensión entre Paul Fusco y Brandon Tartikoff aumentó por diferencias creativas.
Trevor Ochmonek
Quizá pocos lo recuerden, pero el vecino entrometido de los Tanner también tuvo comentarios muy fuertes sobre ALF. Tras el escándalo de los videos filtrados en 2010, el actor Joe LaMotta se limitó a decir: “Siempre pensé que ALF era una mierda… el peor trabajo que he hecho nunca”.
Willie Tanner
Sin lugar a dudas, el padre de la familia en conjunto con ALF eran los que se llevaban los mejores momentos de la serie, e irónicamente, el actor Max Wright fue de los que más sufrió su papel. Previo al programa, Wright era actor de teatro, acostumbrado a interpretar historias más complejas, por lo que convertirse en el patiño de una marioneta, fue muy desalentador. Con el paso de las temporadas, Max se quejó de que los mejores chistes se los llevaba la marioneta, muy parecido a lo que declaró Andrea Elson en su momento.
“Era un trabajo duro y muy lúgubre (…) tenía muchas ganas de que terminara”, declaró Wright a People en su momento. La misma Anne Schedeen comentó que al terminar la grabación del último episodio de la serie, Wright salió del set, tomó sus maletas y se fue sin despedirse de nadie, muestra de lo harto que estaba del show.
La historia de Wright después de ALF fue igual de lúgubre que su experiencia en el programa. Si bien, logró regresar a su amado teatro e incluso ganó un premio Tony a Mejor Actor por su trabajo en la obra Ivanov en 1998, los problemas llegarían cuando fue arrestado en dos ocasiones por manejar en estado de ebriedad. En 2001, imágenes de él junto a dos hombres consumiendo drogas y en situaciones sexuales fueron filtradas, lo que causó un enorme impacto en la vida de Wright.
Desde 1995, Wright fue detectado con linfoma, y aunque por años logró controlar la enfermedad, esta terminó por vencerlo y murió el 26 de junio de 2019, a los 75 años.
El final de ALF
La serie concluyó con un episodio en el que ALF era capturado por el gobierno estadounidense, lo que dejó a todos los seguidores del programa con un mal sabor de boca. Debido a las críticas, se optó por hacer una película para darle un verdadero final al personaje. La cinta llegó en 1996 bajo el nombre de Proyecto ALF y contó la historia de cómo el carismático alienígena sobrevivía a su encierro por el gobierno, y después de varias peripecias, era liberado y convertido en embajador de los alienígenas en la Tierra.
Ninguno de los miembros de la familia Tanner participó en esta película, justificando su ausencia con que se encontraban recluidos en una casa de seguridad en Islandia, lo que reflejó el descontento de todo el cast con esta serie que le dio tanta felicidad a miles de familias en el mundo y tanto sufrimiento a su elenco.