Junto a su hermano Vicente, Ramón inició la empresa Café Bros Co., en la ciudad de Guadalajara. Ellos crecieron en San Antonio, Texas, y Los Ángeles, California, al otro lado de la frontera norte, donde Ramón estudió música, siguiendo la vena familiar. “Realmente no vivimos mucho la parte artística de la familia, y para mí eso fue muy padre porque siempre fuimos uno más”, dijo Ramón, que hace ocho años se mudó a Guadalajara para acercarse más a sus orígenes.
“Siempre he creído que venir de una familia tan importante te abre muchas puertas, pero no te garantiza que se queden abiertas”
Café Bros Co. ya tiene al menos dos años en funcionamiento, gracias al esfuerzo y trabajo que le ponen. Para Ramón, la música y los negocios requieren dedicación y práctica. “Mi tiempo y mi esfuerzo los estoy invirtiendo en el proyecto. Gracias a Dios, gustó mucho. En el tiempo libre que tengo, sí me gusta hacer música, escribir canciones y cantar”, dijo Fernández.
La pandemia les planteó el desafío de aguantar e innovar. En ese tiempo, Ramón concibió un café embotellado al que le puso el nombre de “Wake Up Cold Brew”, con sabores como caramelo, coco y vainilla, y lo distribuyó en diferentes puntos de venta en su ciudad. Por su parte, su hermano Vicente emprendió con la venta de ropa con el logo de Café Bros Co., canguros y poleras en cuyos diseños no faltan los caballos, muy simbólicos de la familia Fernández.
Comenzando sin una tienda física, los hermanos lograron poner su tienda en Zapopan, Guadalajara, y ahora planean expandirse hacia la Ciudad de México. “Hemos hecho dos pop-ups y realmente nos han aceptado muy bien. Es un mercado que aceptó el concepto del proyecto súper bien y gustó mucho, y tenemos en mente que queremos regresar para quedarnos”, comentó.
Ramón encuentra que todas las cosas que hace tienen un parecido razonable si las ve como arte. “La gastronomía, el café y la música van de la mano, y son parecidos en que, si no practicas y le dedicas tiempo, no te van a salir los resultados que esperas”. Antes de lanzar sus propias composiciones, Ramón planea grabar algunos covers para probarse con el público. Su estilo está hecho de baladas y boleros a los que no falta el acento característico de la música norteña mexicana.
De su abuelo, Ramón heredó no solo la música, sino también la tenacidad. “Siempre he creído que venir de una familia tan importante te abre muchas puertas, pero no te garantiza que se queden abiertas”, dijo, recordando que uno de los mayores aprendizajes que tuvo del gran Vicente Fernández fue que no hay obstáculos que puedan frenar aquello que realmente desea hacer. “Yo siempre lo recuerdo como un roble, como un pilar de la familia que nunca se dio por vencido por lo que quería”.
NP