Estabilizar la economía venezolana y simultáneamente promover su crecimiento a tasas elevadas sí es posible. El equipo económico de María Corina Machado lo llama “estabilización expansiva” y es el pilar fundamental de un plan de acción que propone sacar a Venezuela de la pobreza, a partir de grandes inversiones públicas y privadas; reinsertar al país en el sistema financiero internacional y recuperar un valor fundamental: confianza.
“Venezuela no quiere más socialismo, ni controles. Queremos vivir bien; con dignidad, orden y justicia para poder desplegar toda nuestra energía creadora y reencontrar a nuestras familias en una Venezuela Tierra de Gracia”, afirmó la líder opositora en la presentación de los talentos que la asesorarán y acompañarán en el área económica.
Sary Levy, Rafael de la Cruz, Gustavo García, Carlos Blanco, Henkel García y Hugo Bravo encabezan la asesoría de la propuesta económica, financiera con la que Machado está segura que levantará al país.
Para la dirigente, son venezolanos de bien con una larga trayectoria académica y profesional, especialistas en sus áreas y con un gran reconocimiento dentro y fuera de Venezuela. Así lo dijo antes de explicar el círculo que en su criterio debe completarse para recuperar la economía nacional: “Necesitamos poner a nuestro país a crecer, a producir, y para que esto ocurra necesitamos traer enormes inversiones a Venezuela, y eso sólo es posible si logramos generar confianza en nuestro país”.
Además, señaló que la confianza depende de garantizar que exista Estado de Derecho, y de tener un plan “ambicioso y realista” encabezado por un gran equipo. “Las últimas dos cosas las tenemos”, expresó.
Crecimiento acelerado, sostenido y sostenible
Pese a la debacle social y económica que atraviesa Venezuela, este equipo económico es optimista. Gustavo García,
Economista con maestría y estudios de doctorado en economía de la Universidad de Boston y quien ejerció como principal en la División de Gestión Fiscal en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cree que es posible lograr un crecimiento acelerado, sostenido y sostenible en el tiempo.
“Es evidente que Venezuela necesita un plan financiero y fiscal de corto, mediano y largo plazo, dado que el país, como está actualmente, confronta serias restricciones financieras”, aseguró.
Por eso, en su aporte destacó la necesidad de reinsertar a Venezuela en el sistema financiero mundial, partiendo por el restablecimiento de las relaciones con acreedores privados internacionales y organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), El Banco Mundial, el BID y la CAF.
El especialista recordó que Venezuela tiene una deuda de unos 160 mil millones de dólares que sigue creciendo exponencialmente, por lo que es percibido en el mundo como “un país maula”. Asimismo, insistió que debe honrarse la deuda con los trabajadores cuyas pensiones, prestaciones y salarios fueron expropiados por la inflación. “Un objetivo central de la recuperación y relanzamiento acelerado de la economía, es generar masivamente empleos formales y bien remunerados, y recuperar el sistema de seguridad social para garantizar una vida digna a cada ciudadano”, sostuvo.
Y agregó: “¿Cómo vamos a lograr esto? Primero, entrando en contacto con los entes internacionales financieros para desarrollar un programa de inversiones en infraestructura pública y en los servicios de educación y salud. Segundo, sentándonos con los acreedores de la deuda financiera privada y ofrecerles que esa deuda se reestructure, para que sea sostenible en el largo plazo para Venezuela, y eso lo vamos a complementar de manera importante mediante un programa de intercambio de deuda por acciones en las empresas que vayan a ser sometidas a un proceso masivo de privatización”.
Por su parte, Rafael de la Cruz, economista con Doctorado de la Universidad de París y con una amplia experiencia en el Banco Mundial y el BID, recalcó que sí se puede hablar de esperanza y un futuro próspero para los venezolanos. A su juicio, eso pasa por la estabilización fiscal y monetaria, y por un programa sostenido de inversión pública y privada masiva en áreas prioritarias.
“El efecto que esto tendrá es lo que se llama generación de demanda agregada , que no significa otra cosa que el estímulo actividad de la economía de corto plazo”, señaló, al tiempo que recalcó que estas inversiones incrementarán la productividad en el mediano y largo plazo, garantizarán el crecimiento sostenible del país, la creación acelerada de empleos y la expansión masiva de la clase media.
De igual forma, indicó que para que esto prospere, son necesarias las garantías económicas y sociales que otorguen la confianza suficiente a los inversionistas privados nacionales e internacionales. fueron sus palabras.
Estado robusto y pequeño
Otro aspecto clave de la propuesta económica de María Corina es la definición del Estado y su relación con el ciudadano. En este punto, Carlos Blanco fue enfático: “No se trata sólo de reformar el Estado, sino de reconstruirlo”.
Blanco, doctor en Ciencias Sociales y reconocido consultor con la Unión Europea, la CAF y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), sostuvo que en esta propuesta económica, el Estado debe tener un tamaño óptimo y promover la descentralización. Lo describió como “robusto, pero pequeño”.
“Eso significa privatizar todo lo que pueda administrar con eficiencia la empresa privada, y al mismo tiempo hacer al Estado fuerte en actividades que le son indispensables. Por ejemplo, unas Fuerzas Armadas profesionales aptas para cumplir con las tareas de defensa nacional, el rescate de la figura del presupuesto nacional, un Banco Central fuerte y autónomo, reglas fiscales para que el gasto público sea eficaz”, enumeró.
En esto coincidió Hugo Bravo, ingeniero civil con maestrías en , Administración de Empresas y filosofía, quien llamó a “redefinir la relación entre el Estado y el ciudadano”, a partir de la aplicación del principio de la subsidiariedad, según el cual no debe sustituirse la iniciativa y responsabilidad de los ciudadanos.
“Deben favorecerse los ámbitos de libertad ciudadanos”, aseveró, sin quitarle la responsabilidad al gobierno en la garantía del respeto de la dignidad humana.
Bravo consideró que el Estado “no puede abdicar a su deber, dentro del proceso económico y social, de garantizar el respeto al Estado de derecho y las instituciones”. Asimismo, subrayó que “el Estado y la empresa privada están constituidos por personas, punto en el que radica la dimensión ética y personal de los agentes económicos, por lo que el desarrollo integral del ser humano, del hombre como un todo, interpela la búsqueda de soluciones fundamentales en la justicia y la libertad”.
Una visión macroeconómica
Pero para alcanzar eso que tanto reclama Venezuela, que son oportunidades y medidas que atiendan sus necesidades, se requiere una Sary Levy, economista con Doctorado en Estudios de Desarrollo y presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas en Venezuela, apuntó que ese concepto será lo que apalanque la llamada estabilización expansiva.
En sus palabras, debe promoverse una visión que “armonice las políticas monetaria, fiscal y cambiaria, así como todo lo que tiene que ver con el tema comercial, y por supuesto, las políticas sectoriales”.
Para ello –indicó- es indispensable rescatar la independencia del Banco Central y recuperar ese objetivo primordial que debe tener, que es mantener el valor tanto interno como externo de la moneda.
Del milagro alemán a la promesa venezolana
Finalmente, a Henkel García le gusta recordar el milagro alemán ocurrido tras la guerra. Este ingeniero químico e instructor y analista financiero encuentra tranquilidad en las palabras de Ludwig Erhard, canciller federal de la Alemania Occidental: “Tengo que cumplir con una tarea específica y perfectamente delimitada: consiste en sacar de la economía nacional tanta fuerza y rendimiento que la gente pueda vivir libre de cuidados y apuros, que puedan los hombres adquirir propiedad y hacerse así independientes, ganando así en dignidad humana, ya que de esta forma no necesitan depender de la gracia de otros, ni siquiera de la gracia del Estado”.
Para García, esta frase resume el objetivo detrás de una macroeconomía estable y un nuevo diseño institucional como el que se plantea María Corina. “Realmente esto tiene que estar a favor del individuo. Es crear un ambiente propicio para que los ciudadanos puedan desarrollar sus capacidades y no solo desarrollarlas, sino ejercerlas. Eso es lo que debemos buscar con un programa económico y con este plan”, dijo.
Y bajo ese mismo concepto, María Corina dibujó una conclusión que no ha dejado de repetir en distintos espacios, y es que Venezuela saldrá de la oscuridad y cada ciudadano “podrá desplegar toda la energía creadora que ha estado reprimida durante estos años”, para lograr lo que tanto se ha prometido: reencontrar a nuestras familias aquí.
Además, hizo un llamado a todos los venezolanos a involucrarse en este plan y a contribuir desde su área de experticia para construir esa Venezuela que sí puede estabilizarse y crecer a pasos agigantados y en corto plazo.
Comunicado de prensa