Firulais cruzó en lancha por Panamá, domó el temido tren ‘La Bestia’ en México y entró por El Paso, Texas, acompañando a su fiel amigo Kevin Oviedo, venezolano que migró a los Estados Unidos.
Por Univision
El atravesar varias fronteras no ha sido fácil, pero Kevin Oviedo dice que él nunca pensó, dar en adopción o abandonar a Firulais, pues lo considera su familia.
“Sencillamente, no era opción dejarlo, ni abandonarlo, ni darlo en adopción, ni nada por el estilo”, cuenta en entrevista, “Si él no estuviera aquí conmigo, créeme que yo tampoco estuviera acá, me hubiera regresado, donde estuviera él estuviera yo”.
Desde hace cuatro años, Firulais y Kevin Oviedo se conocieron en Bogotá, Colombia, donde él lo rescató de la calle y lo hizo su compañero de viaje y ahora de vida.
“A Firulais lo conocí en la calle, lo vi en situación de calle, hace ya cuatro años va para cinco, en la ciudad de Bogotá, Colombia, en un transporte público”, recuerda. “Iba atravesando la ciudad, iba solo y quería una compañía y se me atravesó en el camino y ha sido una excelente compañía”.
Juntos han cruzado Colombia, Ecuador, Perú, México, Panamá, Centroamérica y ahora viven en Dallas, Texas.
Retenes, autobuses que no son ‘pet friendly’ y el calor fueron obstáculos en su viaje a Estados Unidos
Firulais estaba acostumbrado al clima fresco de Bogotá, por lo que el calor húmedo de la selva o el seco del desierto le afectaba en momentos.
Cuando el calor agobiaba a Firulais, Kevin decidía cargarlo así fuera por muchas horas para evitar que su mascota se cansara. También sus viajes los hacían de noche para que no le lastimara tanto el calor y el sol a Firulais.
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