A partir de la enorme repercusión que tuvieron los insultos racistas a Vinicius Junior el pasado domingo en Mestalla, en ocasión del partido Valencia-Real Madrid, que derivó en ocho minutos de detención de las acciones, la expulsión del delantero brasileño, quince minutos de descuento y un escándalo posterior con declaraciones del jugador en las redes sociales contra la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y un posterior contrapunto público con el titular de la entidad, Javier Tebas, Infobae organizó una encuesta con periodistas extranjeros que cubren habitualmente el torneo.
Por infobae.com
Entre las variadas respuestas de periodistas de distintos países, aparece una coincidencia acerca de que más que racismo hay episodios racistas, que se trata de un espejo de lo que ocurre en la sociedad en su conjunto, y proponen distintas formar de erradicar el racismo, si no en su totalidad, al menos con medidas que contribuyan a un cambio sustancial en los estadios y en el ambiente del fútbol en general.
Para Filippo María Ricci, corresponsal del diario italiano “La Gazzetta dello Sport” en España, “no hay un problema grave de racismo en la Liga Española” y “no se puede tildar” a la Liga Española “como una Liga racista”, pero sostiene que la Liga “es un espejo de la sociedad y la sociedad española, seguramente, tiene un aspecto o una franja de población que podemos definir como racista. Los estadios reflejan lo que pasa en la sociedad y por eso, hay episodios”.
“Me remito a una de las respuestas del presidente de la LFP, Javier Tebas a Vinicius Jr en lo que para mí es un diálogo surrealista, que no debió aparecer en Twitter sino en privado -siguió Ricci-. Tebas dijo que hasta la fecha hubo nueve denuncias de casos de racismo en la Liga. Si consideramos que estamos en la fecha 34 y que hay diez partidos cada semana, el número no es alto. Lo ideal sería cero, claramente y hay que intentar llegar a esto. El reto, el objetivo es llegar a cuota cero. ¿Cómo se hace? Para mí es muy sencillo: se para el partido y ya está. Ante el Valencia, Vincius lo pensó y Ancelotti también. Si el jugador se va, el partido hay que pararlo y hay que tomar medidas más serias.”
“Voy al estadio a menudo y soy italiano -insiste Ricci- y también allí tenemos problemas de racismo, pero yo no diría que la liga es racista o como dijo Vinicius Jr, que en Brasil, la imagen de España es la de un país racista y que él está de acuerdo. Para mí, la generalización nunca es buena. Después hay episodios, pero en estos nueve, siempre ha habido un culpable individual o los culpables han sido mínimos, han sido echados de los estadios o tienen abiertos procedimientos penales y, en uno, Vinicius ha sido llamado como testigo. Todo es mejorable, pero Real Madrid y Barcelona han conseguido erradicar a los ultras y esto es importante porque en otros países esto no se hizo y aquí hay todavía otros equipos con ultras, pero en general, el ambiente que se respira en los estadios españoles, en la gran mayoría de los casos, es positivo, agradable, hay muchos niños, pero cuando hay mucha gente, siempre hay algunos que son impresentables e intentan insultar con frases racistas”.
Ricci aclara que “yo ampliaría la lista a los insultos en general, porque aquí estamos hablando de racismo, pero a mí no me gusta que se pueda decir ‘hijo de algo’ a un futbolista así, porque te da la gana. Vas al estadio a comprar la entrada y en el paquete viene la licencia para insultar. El problema es que decir ‘hijo de alguien’ a un futbolista no es considerado casi nada, bueno, es un insulto pero así son los estadios, así es la sociedad, así se hace, siempre fue así’. No. Para mí es un problema de cultura y hay que erradicar todo. Claro, el racismo es la cosa más odiosa y más evidente, pero tampoco me gustan los insultos, Yo no voy a los estadios para escuchar insultar al adversario, así que espero que este caso, que es político, porque han intervenido el presidente Lula, el primer ministro Pedro Sánchez, toda esta publicidad, lo que se ha creado alrededor de Vinicius Jr, sirva para mejorar el fútbol”.
Sid Lowe, corresponsal del diario británico “The Guardian”, cree que en la Liga Española “evidentemente sí hay racismo, porque se ha visto”, pero aclara que “la cuestión sería hasta qué punto es erradicable, hasta qué punto es minoritaria, hasta qué punto es algo que va mejorando. Yo creo que sí que hay cierto progreso, pero creo que lo que ha hecho Vinicius Jr es tener el coraje como para ir demostrando y denunciando algo muy importante. Entonces, la respuesta sencilla sería que sí, que hay racismo pero la cuestión es bastante más compleja en cuanto a procesos de migración, actitudes arraigadas, uso de lenguaje, pero a las imágenes me remito”.
En cuanto a maneras de cambiar la situación, Lowe cree que “hay un proceso que está mejorando” y que “hay que tener en cuenta que las mejoras en cuestiones que van más allá del fútbol (sociales, de comportamiento, de lenguaje) casi siempre se cambian en función del enfrentamiento, de alguna manera y creo que lo bueno es el propio Vinicius, que sí que puede ser problemático y puede ser un camino difícil y a base de pelea, pero la pelea es lo que te lleva muchas veces al enfrentamiento, a que la gente aprenda, a que los comportamientos cambien. Por eso creo que Vinicius ha demostrado cierto coraje, diría que mucho coraje. Tal vez es demasiado ingenuo de mi parte, pero lo que pasó puede ser un punto de inflexión, porque ya es como que la gente empieza a pensar de una manera más profunda, empieza a cuestionar el comportamiento de otra gente aunque se justifican algunas cosas que para mí no se pueden justificar, pero creo que de esta forma, Vinicius está ogligando a la gente por lo menos a pensarlo. Y creo que eso es muy poderoso”.
Florian Haupt, colaborador de medios alemanes como “Die Welt” o “Der Spiegel”, sostiene que “en líneas generales el tema en España ha mejorado en los últimos veinte años. Puede aparecer hoy pero si recordamos el día de La Romareda, cuando Samuel Eto’o casi se va del campo o el de un amistoso en España-Inglaterra en el Santiago Bernabéu. En las dos ocasiones había miles de personas que gritaron ‘mono’ y ahora me parece que son menos, son grupos más pequeños o a veces, hasta sólo una persona o dos o tres que se escuchan claramente y creo eso hay que ponerlo en contexto. Eso no significa que se haya erradicado el racismo ni mucho menos como tampoco se lo erradicó en la sociedad. Al fin de cuentas, en España, como en otros países, hay un partido de extrema derecha que es votado por un quince por ciento de la población y al final, el fútbol es un reflejo de la sociedad”.
Haupt cree que hay “dos formas” de erradicar el racismo en el fútbol. “Una es aplicar protocolos que hay para casos de insultos racistas en los estadios, que entiendo que es lo que se ha hecho en parte, al menos, el domingo en Mestalla, y que debe contar con la predisposición de clubes, Liga, Federación y otros actores de tolerancia cero con el racismo en una cancha. Y lo segundo, es un tema más pedagógico, que es algo más profundo. Ahí hay una cultura del insulto que normalmente no es racista, pero a veces es un insulto muy personal y muy grave contra jugadores, árbitros, lo que sea y siempre justificado, entre comillas, por intereses partidistas, por sacar al otro de quicio, por esta bipolaridad que hay en muchos temas, ‘nosotros contra ellos’ y que hace mucho daño a la cultura del deporte en general. Es un tema que va para más largo”.
Gilmar Zambrano, de “Multideportes” de Perú, sostiene que “desde luego que sí” hay racismo en La Liga, aunque, aclara, “no en una totalidad abrumadora” y que “no estamos hablando de uno o dos energúmenos que dicen ser hinchas y que lo único que hacen es manchar al fútbol español”.
Zambrano propone como acciones para erradicar el racismo, “sancionar de por vida a la persona que insulta al deportista y prohibirle la entrada a cualquier tipo de recinto deportivo, sancionar al club no sólo en lo económico sino pensar en la opción de quitarle puntos y hasta con la posibilidad de que baje de categoría, e intervención del Gobierno con una ley fuerte, como en Alemania, en el caso de que los clubes hagan oídos sordos y se dediquen a lavar multas”.
Florent Torchut, corresponsal en Barcelona de “L’Equipe” y “France Football” cree que los hechos racistas como los de Mestalla contra Vinicius Jr “son actos aislados de algunos individuos idiotas y no un racismo generalizado, sistémico, sino unos individuos que van a la cancha a insultar. Pasó mucho con Vinicius últimamente, y esto no justifica para nada, pero cuando provoca un poco al rival y la gente se enoja, le mandan insultos racistas y me parece totalmente condenable. Me acuerdo que esto también pasó una vez que vino a jugar Iñaki Williams (delantero del Athletic de Bilbao) al estadio del Espanyol de Barcelona. Estas cosas pasaron en esta liga y en la liga pasada y son cosas que también vemos en Inglaterra. Recuerdo cuando varios jugadores jóvenes negros de la selección inglesa, como Saka, tras perder la final de la Eurocopa como locales, recibieron insultos racistas. Son cosas que también a veces vemos en Holanda, en Italia y es parte de la sociedad, desafortunadamente”.
Torchut cree que entre las posibilidades de resolver el problema de racismo aparece la tecnología. “Ahora que hay cámaras en los estadios, La Liga y los clubes pueden determinar los individuos que insultan o arrojan objetos, los pueden identificar, echar, y condenar para que no puedan volver durante un tiempo. Recuerdo que el caso de Iñaki Williams fue la primera vez que hubo una denuncia civil que salió del área deportiva. Además, la Liga tiene las herramientas para multar o castigar a los que utilizan insultos racistas, primero con sanciones económicas y luego deportivas, pero esto nunca llegó a pasar”.
Rubén Costa, periodista argentino, columnista del programa “El Arranque”, de “Radio Zónica”, que sigue la Liga Española desde Barcelona, afirma que “hay racismo en la Liga” aunque aclara que “no generalizaría en cuanto a considerar que la sociedad española en su conjunto es racista” y destaca que “lo que escucho, con preocupación, es la proliferación de discursos de determinados partidos políticos de ultraderecha, como el caso de VOX, que son el caldo de cultivo para conductas y acciones racistas”. Costa cree que el racismo “lamentablemente, es un fenómeno, o mejor dicho, una lacra bastante extendida en muchos países del mundo”.
En cuanto a las medidas a tomar para erradicar el racismo, Costa cree que lo primero que se debe realizar “es una acción directa para erradicar los símbolos nazis, neonazis y banderas pre constitucionales franquistas de los estadios junto con los grupos que se identifican con esta ideología anti democrática, lo que es un primer mensaje contundente y en todas las categorías.
“Desde hace mucho tiempo -sostiene Costa- en las canchas se convive con símbolos que hacen exaltación de la supremacía racial”.
Otra acción que sugiere Costa es “una que sea conjunta y en todos los niveles (Liga, Federación Española, etc), que ante cánticos y conductas racistas no haya sólo multas sino también una importante quita de puntos a los equipos”.