El togado consideró que no se puede archivar el caso contra el expresidente colombiano porque hay suficiente evidencia para continuar la investigación.
Por rt.com
La posibilidad de que se abra un juicio contra el expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, que significaría la primera vez en la historia de Colombia que se juzgaría a un exmandatario, genera polémica en la sociedad y eleva las tensiones entre la Fiscalía General de la Nación y la Justicia.
La controversia entre ambas instancias estatales surge a raíz de las diferencias que tienen con respecto a las evidencias para continuar con las investigaciones y posible juicio penal contra Uribe, acusado por la presunta comisión de delitos de fraude procesal, manipulación de testigos y soborno en actuación penal.
El caso de Uribe se complicó en agosto de 2020, cuando el entonces senador renunció a su curul en el Congreso, después de conocer el fallo de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que ordenaba una detención domiciliaria preventiva en su contra, tras ser imputado por los mencionados delitos.
Sin embargo, la dimisión de Uribe como legislador, que para entonces era el mayor referente en el Congreso del partido gobernante Centro Democrático, obligó a que la Corte dejara el proceso porque ya no era un funcionario público. Ese paso puso en manos de la Fiscalía la responsabilidad de las averiguaciones y continuidad del caso por las vías ordinarias.
La jugada de Uribe de salir del Congreso, que en su momento fue calificada como una estrategia para evitar ser juzgado y condenado por la CSJ, fue argumentada por una supuesta “falta de garantías” en el tribunal que le impedían seguir en funciones dentro del parlamento.
Una vez el expediente fue tomado por la Fiscalía, la situación cambió. Según la institución, encargada de encontrar las evidencias para juzgar a Uribe, no habría elementos suficientes para continuar con el caso, motivo por el que solicitaron a la justicia archivar el expediente y dar por concluida las averiguaciones.
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