El miércoles, el mundo del espectáculo y el mundo, en general? despedía apenado a su reina del rock and roll, la legendaria cantante estadounidense Tina Turner. “Ha fallecido en paz hoy a la edad de 83 años, tras una larga enfermedad en su casa de Küsnacht, cerca de Zúrich (Suiza). Con ella, el mundo pierde una leyenda de la música y un modelo a seguir”, confirmó su representante en un comunicado. Esa larga enfermedad era, en parte, un cáncer intestinal que le diagnosticaron en 2016. Al mismo tiempo, sus riñones estaban fallando, lo que la llevó a necesitar un trasplante en 2017. Sin embargo, los representantes de la artista han revelado al medio británico Daily Mail que Tina Turner murió por causas naturales.
Por El País
Solo dos meses antes de su muerte y coincidiendo con el Día Internacional del Riñón, el 9 de marzo, la cantante de Proud Mary o The Best, entre otros muchos grandes éxitos, admitió que su salud estaba en riesgo por culpa de padecer una enfermedad renal. “Mis riñones fueron las víctimas de que no me diera cuenta de que mi alta presión arterial tenía que haber sido tratada con medicina convencional”, aseguró a su millón de seguidores en Instagram. “Me he puesto en gran peligro al negarme a enfrentar la realidad de que necesito terapia diaria y de por vida con medicación. Durante demasiado tiempo creí que mi cuerpo era un bastión intocable e indestructible”, lamentó. A Turner le diagnosticaron hipertensión en 1978, según explicó ella misma en una publicación para la campaña de sensibilización para la Alianza Europea de Salud Renal.
Después de su muerte, también ha resurgido una parte de sus memorias (La felicidad nace en ti, Luciérnaga, 2022) en la que reconoce que llegó a considerar el suicidio asistido en 2016, antes de que su marido, Erwin Bach, le donara un riñón un año después. Según explica en el libro, comenzó a hacer las paces con la idea de la muerte después de descubrir que esa presión arterial alta había acelerado su daño renal, lo que, de no ser por el trasplante, habría ido apagando su cuerpo irremediablemente.
Tras una vida plagada de éxitos ?a lo largo de su carrera ganó ocho Grammy de 25 nominaciones y tres Grammy por su carrera artística?, pero también de malos tratos ?durante su primer matrimonio con Ike Turner sufrió constantes abusos físicos, emocionales y verbales?, la artista ya no temía a la muerte. De hecho, estaba “lista para morir”, según le había confesado recientemente a la cantante Cher. “Luchó contra esta enfermedad durante mucho tiempo y era tan fuerte como parecía ser. Pero cerca del final, me dijo una vez: ‘Estoy lista, realmente. Simplemente, no quiero aguantar más”, explicó el jueves la cantante de Believe, de 77 años, en una llamada telefónica en el programa estadounidense The Beat with Ari Melber.
Algo similar le confesó hace unos años a la presentadora Oprah Winfrey, de 69 años, también amiga de la artista desde hace décadas y uno de los muchos famosos que han rendido homenaje a Turner en sus redes sociales en las últimas horas. “En 2019 fui a visitarla al hospital y ella me dijo que, en realidad, estaba lista para irse, es decir, lista para abandonar el planeta. Esperaba que esa fuera la última vez que la viera”, comentó Winfrey el jueves en una transmisión con el programa de noticias CBS Mornings.
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