El director del Centro Internacional de Derechos Humanos Justicia y Libertad Dr. Miguel Méndez Fabbiani denunció a los medios de comunicación los estrechos vínculos existentes entre el terrorismo internacional y la tiranía marxista que destruye a Venezuela:
“La narcocracia, no sólo es qué no colabora con su deber obligante en la lucha global que adelanta la comunidad internacional contra el terrorismo; sino que además de no hacer nada y dejar pasar toda actividad promotora del terror; también patrocina, ampara, y fomenta la proliferación de estos grupos en la seguridad relativa de nuestro territorio.
La criminal satrapia chavista ha convertido la geografía venezolana en franco aliviadero de organizaciones narcoterroristas como son las disidencias de La FARC-EP, El ELN, Hezbollah, Hamas, etc.
La guerilla colombiana opera a plena de luz del día sus bases de operaciones militares, campos de entrenamiento, hospitales de campaña, sembradios de hoja de coca, laboratorios de procesamiento y pistas clandestinas de exportación de cocaina en los estados Apure, Amazonas, Bolívar, Sucre, Carabobo, Aragua, Tachira y Zulia de la nación Venezolana.
La sociedad de estos grupos criminales con la casta roja del PSUV, posee una intención economíca más qué política, y para ello la élite narcotraficante del chavismo les ha cedido voluntariamrnte localidades fronterizas, donde estos grupos armados ejercen ilegalmente autoridad civil, política y militar.
La distribución de agua potable a los residentes en zonas áridas, el dictado de talleres de “agricultura” y el ofrecemiemto gratuito de consulta médica, son reportados por los habitantes de estas poblaciones cómo “servicios” gratuitos que ofrece la guerilla.
Esta gratuidad aprioristica sirve como subterfugio iniciatico para ocupar zonas rurales con propósitos de control social, extorsión, opresión, intimidación y lucro criminal.
Las guerrillas narcoterroristas del mal llamado “Ejército de Liberación Nacional” median en las disputas por la tierra, multan a los ladrones de ganado, resuelven divorcios, investigan delitos y castigan a los ladrones ante la cesión ilegal, que de estas poblaciones le realiza la narco élite chavista.
Se hace evidente a cualquier observador imparcial que es política de estado, de la agrupación mafiosa que desgobierna a Venezuela, dar cobijo complaciente y refugio seguro a grupos que utilizan el terror únicamente para enriquecer las cuentas offshore de su jefatura gansteril, con la excusa de un anacrónico objetivo político.”
El relator internacional de Derechos Humanos que ha padecido 7 detenciones arbitrarias, un secuestro y recurrentes amenazas de muerte por sus denuncias internacionales contra el régimen, demostró a la prensa las innegables y estrechas relaciones del narcorégimen con grupos terroristas islámicos:
“El ahora desparecido Tareck El Aissamí tiene mucho que ver y mucho que declarar, en su condición de jefe honorario del grupo extremista Hezbollah sobre las operaciones terroristas de sus agentes en Venezuela.
Reputados expertos en terrorismo internacional nos reportan que la familia Él Aisamí tiene vínculos históricos con el partido “Bath” del régimen criminal Sirio
Este clan familiar nunca ha negado su orgulloso anti- imperialismo, su odio al mundo occidental, su rechazo a la doctrina judeo-crístiana y sus décadas de abierto patrocinio al terrorismo global.
Una minuciosa y sería investigación conjunta de la Oficina Nacional de Lucha contra la Financiación del Terrorismo de Israel (NBCTF) y el Ministerio de Defensa, junto con la Policía y la Autoridad Fiscal del Estado de Israel, demostraron que el régimen chavista y el grupo terrorista Hezbollah, utilizan territorio venezolano y aeronaves iranies, como plataforma global para traficar toneladas de oro y otros minerales estratégicos hacia Turquía.
Estas toneladas de oro son transadas por inescrupulosos comerciantes afectos al régimen turco en Ankara, y posteriormente son retornados en forma de billones de dólares en efectivo en la aerolínea terrorista “Mahan Air”de origen iraní.
Estos vuelos del terror, son la columna financiera que uso la casta socialista para quebrantar las sanciones económicas impuestas por la comunidad internacional.
La tiranía castro-chavista no sólo debe ser mantenida en la lista de los países que no colaboran en la lucha contra el terrorismo, sino que debe incluirse a esta cúpula genocida inmediatamente, en la lista de países que apoyan abiertamente al terrorismo internacional.”