La difícil realidad de ser el presidente más viejo de Estados Unidos

La difícil realidad de ser el presidente más viejo de Estados Unidos

El presidente Joe Biden llega antes de su discurso de graduación en la Academia de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en el condado de El Paso, Colorado, el jueves 1 de junio de 2023. Biden pide a los votantes que le mantengan en la Casa Blanca hasta los 86 años, renovando la atención sobre un tema que, según las encuestas, preocupa a la mayoría de los estadounidenses. (Doug Mills/The New York Times)

 

En algún momento del invierno pasado, durante un viaje a Asia, despertaron al presidente Joe Biden a las tres de la madrugada para decirle que un misil había impactado en Polonia, lo que desató el temor de que Rusia hubiera extendido la guerra de Ucrania a un aliado de la OTAN.

Por The New York Times 

En cuestión de horas, en medio de la noche, Biden consultó a sus altos asesores, llamó al presidente de Polonia y al secretario general de la OTAN y reunió a otros líderes mundiales para hacer frente a la crisis.

Y luego, hace unas cuantas semanas, cuando Biden era el anfitrión de algunos niños en el Día de Llevar a Tu Hijo al Trabajo, se confundió cuando intentó enumerar a sus nietos.

“Pues déjenme ver. Tengo uno en Nueva York, dos en Filadelfia, ¿o tres? No, tres porque tengo una nieta que es… ya no sé. Me están confundiendo”.

También se quedó en blanco cuando le preguntaron cuál era el último país que había visitado y el nombre de su película favorita.

Estos dos Joe Biden coexisten en el mismo presidente octogenario:

sagaz e inteligente en momentos cruciales, como resultado de décadas de experiencia, capaz de estar a la altura de las circunstancias, hasta en la quietud de la noche, para hacer frente a un mundo peligroso.

Lea más en The New York Times 

Exit mobile version