Cómo enseñarle a un perro a no ladrar cuando no debe

Cómo enseñarle a un perro a no ladrar cuando no debe

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Algunos animales ladran de manera compulsiva y otros lo hacen en ocasiones que no lo amerita. Algunas reglas básicas para corregir esa conducta





El estado alterado de algunos perros puede hacer eclosión en el momento de paz de la casa generando la discordia. El ladrido de un perro muchas veces es un verdadero signo de alarma y es el fundamento del contrato animal, algo así como “yo te cuido de noche, vos me alimentas de día”.

Por Infobae

Puede significar la llegada de extraños a la casa o cualquier situación de alerta. Sin embargo, en algunas ocasiones los ladridos pueden ser excesivos, inoportunos o no tener una causa aparente.

Para corregirlo, puede ser suficiente modificar la situación que origina y motiva los ladridos, pero a veces resulta necesario un proceso de adiestramiento que modifique ese comportamiento indeseado.

En ocasiones, se piensa que los perros ladran por agresividad cuando el motivo real es que el perro tiene miedo y ladra por advertencia ante una eventual amenaza.

Si bien no existe una clave única, ni una receta mágica o una sola forma concreta de hacer que un perro no ladre, lo que importa, en cualquier caso, es conocer la causa. Sabiendo el por qué podremos buscar la manera de corregir ese comportamiento.

Muchos perros sufren ansiedad que se puede manifestar con ladridos compulsivos, aullidos, comportamientos destructivos (Foto: Pixabay)

Además, se debe tener en cuenta que el ladrido es una conducta normal en ellos. Sólo hay que preocuparse y corregirlo cuando se convierta en algo preocupante, molesto o excesivo. Existen algunas reglas básicas para enseñarle a un perro a no ladrar en exceso:

– Reducir el estrés del perro: esto resulta el elemento básico para lograr el éxito, creando un ambiente tranquilo y relajado tanto en la casa como durante los paseos en la calle. La ansiedad o el estrés que trae como inexorable consecuencia no son buenas para nuestro propósito.

– Reenfocar su atención hacia otra cosa: los perros que ladran lo hacen motivados por algún estímulo exterior como el timbre de la puerta, escapes, ruidos estridentes o los extraños llegando a la casa. Por eso necesitan algo que desvíe su atención y que sea más interesante, para que lo que provocó la andanada de ladridos pase a un segundo plano.

– Transmitir un estado de tranquilidad: cuando ladran a otros perros en la calle, no hay que tirar de la correa ni manifestarse nervioso o ansioso ya que esto se transmite, provocando más nerviosismo y estrés en el animal y no ayudará a que deje de ladrar.

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