Nada más conocerse la destrucción durante la madrugada del martes de la presa y otras infraestructuras de una central hidroeléctrica en los territorios del sur de Ucrania ocupados por Rusia, las autoridades de Kiev acusaron a Moscú de haber provocado deliberadamente la detonación.
La motivación de las fuerzas rusas habría sido intentar obstaculizar un supuesto avance ucraniano inminente en el marco de la contraofensiva que Kiev lleva preparando durante meses.
La presidencia, el Gobierno, el ejército y la inteligencia ucraniana también han ofrecido varios argumentos que probarían la autoría rusa de la catástrofe.
UNA EXPLOSIÓN “DESDE DENTRO”
El presidente, Volodímir Zelenski, ha declarado en varias ocasiones que es “físicamente imposible” volar las infraestructuras destruidas desde fuera de la central hidroeléctrica con un bombardeo. “Fue minada por los ocupantes rusos. Y la hicieron saltar por los aires”, añadió el jefe del Estado ucraniano.
“Rusia ha controlado la presa y toda la central de Kajovka desde hace más de un año”, ha dicho Zelenski para ilustrar la improbabilidad de que el ejército ucraniano tuviera acceso a la planta hidroeléctrica.
El Ministro del Interior ucraniano, Igor Klymenko, ha afirmado que la presa fue volada detonando sus cimientos. Las explosiones, dijo Klymenko, también destruyeron la sala de máquinas de la central, provocando el derramamiento de toneladas de aceite de motor en el río Dniéper.
“Estamos seguros de que ha sido el ejército ruso, que lo más probable es que colocara explosivos en los cimientos de la presa”, ha señalado Klymenko.
UN CAMBIO LEGISLATIVO EN RUSIA
En una intervención en televisión, el representante de la inteligencia militar ucraniana Andry Yusov dio otra de las claves que apoyarían la tesis de la autoría deliberada rusa.
Según Yusov, “una semana antes” de lo que llamó “el ataque terrorista” de la presa “se hicieron cambios en el marco regulatorio y legal de la Federación Rusa con el objetivo de imposibilitar que se calculen las consecuencias de un desastre de factura humana en tiempo de guerra”.
Yusov hacía referencia a un decreto firmado por el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, que prohíbe a las autoridades rusas investigar accidentes en infraestructuras de riesgo, incluyendo “estructuras hidráulicas”, que sean resultado de acciones militares o ataques terroristas.
Rusia considera la provincia ucraniana de Jersón, en la que ocurrió la catástrofe, parte de su territorio nacional, por lo que la modificación legal se aplica también al desastre de la presa de Nueva Kajovka.
En declaraciones al medio independiente ruso The Insider, Ilya Shumanov, de Transparencia Internacional Rusia, no descartó que la legislación se aprobara en previsión de la detonación en la presa del sur de Ucrania.
Pero también advirtió de que podría ser una medida más general para evitar responsabilidades ante posibles accidentes en instalaciones de los territorios ocupados difíciles de mantener en condiciones de guerra.
ADVERTENCIA UCRANIANA
Kiev también apela, para apuntalar sus acusaciones a Rusia, a las advertencias formuladas por el presidente Zelenski el 20 de octubre del año pasado ante el Consejo Europeo sobre el riesgo de la voladura de la hidroeléctrica de Kajovka.
“Según nuestras informaciones”, dijo Zelenski entonces, las fuerzas rusas que ya ocupaban la infraestructura habían “minado” la central y la presa.
El presidente ucraniano pidió entonces a los líderes europeos y a la comunidad internacional que actuaran con celeridad “para prevenir un nuevo ataque terrorista ruso” que supondría un “desastre a gran escala” para la zona.
PÉRDIDAS MILITARES RUSAS
En su parte militar de hoy, el Estado Mayor de la Defensa ucraniana ha afirmado que dos divisiones del ejército ruso desplegadas en la zona de Nueva Kajovka sufrieron bajas y pérdidas de munición, armamento y material militar como consecuencia del desbordamiento causado por la destrucción de la presa.
“Los ocupantes no estaban preparados para los efectos de la voladura de la central hidroeléctrica de Kajovka”, dice el parte castrense ucraniano sobre el incidente, que puede interpretarse como un indicio contra la versión ucraniana o como una prueba de incompetencia rusa.
EFE