En 2022 y 2023, se han producido en Venezuela, 2 eventos petroleros centenarios.
En 2022, los cien años del reventón del Barroso II; y en 2023, los cien años de presencia de Chevron en Venezuela.
Que son eventos relacionados al país a raíz del inmenso potencial mostrado al mundo luego del reventón del Barroso 2 y gracias al orden impuesto por la 1a ley de HCs y la formalización del sistema de otorgamiento de las concesiones petroleras por el Ministro de la época Dr. Gumersindo Torres.
Aunque la primera explotación comercial es de origen europeo, con el comienzo a partir de 1914 de la producción del pozo Zumaque I, en Mene Grande, Estado Zulia por parte de la Venezuelan Oil Concessions o la VOC que luego pasó a formar parte de la Cia Shell.
Venezuela entra de lleno en el radar mundial petrolero, con el reventón, en 1922, del pozo Los Barrosos 2, que estuvo arrojando petróleo a una tasa de 100.000 barriles diarios durante 10 días.
Este evento moviliza al sector petrolero norteamericano y algunas de las empresas seleccionadas del monopolio de la Standard Oil de John D. Rockefeller en 1912, como la fueron la Standard New Jersey (matriz de Creole) y de la Standard de California (Socal) que fue la antecesora de Chevron.
Con la apertura petrolera de los 1990s regresaron al país, algunas de las ex concesionarias de hidrocarburos, que habían sido estatizadas en 1976.
En los años de 1992 al 2002 cuando se aprueba una nueva Ley de HC, dándose fin a esa apertura al capital privado, habían entrado al país más de $70 mil millones y más de 50 empresas privadas.
Todas trajeron know how y capital lográndose aumentar la capacidad de producción en 1.5 millones de barriles diarios así como mejorar la calidad de nuestros crudos pesados y extra pesados de la Faja del Orinoco a la cual se llevó su producción a un poco más de un millón de barriles por día.
Una reflexión a posteriori de ese proceso de Apertura de la década de los 1990s es que fue exitosa, porque en esas sociedades constituídas había equilibrio en la estructura accionaria y la toma de decisiones, donde se mantenía un equilibrio sano y proporcional de todos los socios. En casos muy extraordinarios de temas de interés nacional bien definidos había la llamada “acción dorada” por parte de Pdvsa a nombre del Estado. La cual nunca se utilizó.
Al cambiarse las reglas en 2006 con la estructura de las nuevas Empresas Mixtas y pasar el gobierno poseer más del 60 % como mínimo, esas sociedades se transformaron en empresa públicas y PDVSA, pasó a controlar el negocio en su totalidad.
Dos de las mayores empresas mixtas no aceptaron las nuevas condiciones y abandonaron el país y solicitaron indemnización.
Se trató de Exxon-Mobil y Conoco Philips. Su indemnización aún pendiente por fallos firmes y finales alcanzan los 10 a 12 mil millones de $.
De las norteamericanas activas en ese año 2006, la Chevron y la Texaco fueron las únicas que decidieron quedarse en minoría bajo la nueva estructura empresarial. Luego la fusión de Texaco por Chevrón le agrega a esta última el bloque de Hamaca-Bare o Ameriven .
En 2019 se inicia el proceso de sanciones petroleras y Chevron no abandona. Se acoge al proceso de licencias del Dpto del Tesoro de USA, que le permite continuar en el país bajo la figura de no operación petrolera sino de cuidado y protección de su personal y sus activos sumado a la seguridad ambiental y sus programas sociales.
4 años después Chevron ha logrado una autorización específica y limitada, bajo el sistema de Licencia OFAC y con base a una negociación especial con PDVSA, que le permite producir, vender y cobrar una deuda acumulada de 3500 millones de US$.
La estrategia de paciencia y progresiva actividad, le ha permitido a Chevron recuperar progresivamente la producción de crudo bajo un ambiente de optimismo y esperanza que esperemos se extienda a otras operadoras internacionales y nos provea de cada vez mayores realidades de mejoramiento económico.
Felicitaciones a la familia Chevron, por su centenario, por su persistencia y ejemplo.