El consumo en Venezuela cayó 60 % en el primer semestre de 2023. Así lo informó a lapatilla.com Edinson Morales, asesor económico de Fedecámaras Zulia, y la región no escapa de esta realidad.
Corresponsalía lapatilla.com
El experto en economía dijo que en el primer trimestre del año, la economía descendió 8,3 % , según el Observatorio Venezolano de Finanzas ( OVF) y que el escenario de contracción se repetirá al cierre del segundo trimestre.
Ante este escenario, en las calles de los principales mercados de Maracaibo, las ofertas abundan ante la ausencia de clientela.
Volvieron los famosos combos de seis piezas (pasteles, empanadas o tequeños) más una bebida por el costo de un dólar o su equivalente en bolívares -según la tasa de cambio paralela- en efectivo o punto de venta.
María González trabaja en un local que vende desayunos en el Unicentro Las Pulgas. Ella prepara empanadas.
Dijo que los días están tan malos, que el año pasado vendía hasta 1.000 piezas por días, y los fines de semana hasta 2.000.
Este año, el escenario lo calificó como nefasto: los días más movidos no prepara ni 500 piezas. Manifestó su preocupación porque gana por producción. Por cada 50 empanadas, le pagan un dólar.
Raúl Pérez labora al oeste de la ciudad. En la curva de Molina vende desayunos. Contó que debió recurrir a los combos para poder vender, porque se estaba viniendo a pique el negocio.
“Había días que no vendía ni 30 piezas. Las empanadas costaban 20 bolívares cada una, grandes con bastante guiso, pero ya no se consume calidad, sino cantidad. Es triste, pero a eso nos puso el Gobierno, y como en Venezuela uno tiene que adaptarse a lo que Maduro te ponga para no morir de hambre, ahora vendo cinco piezas más una bebida en vaso por un dólar. No vendo mucho, pero por lo menos saco para un paquete de harina y huevos para la comida”.
El marabino Luis Dávila enfatizó que este año la situación ha estado muy dura. El dinero, a su juicio, no alcanza para cubrir ni siquiera la alimentación. Apenado contó que los artículos de higiene personal pasaron a segundo plano.
“Yo vivo con mi mamá e hija. Gano el equivalente a 50 dólares quincenales a tasa BCV y acá casi nadie cobra esa tasa. No podemos comer carne ni pollo, no nos alcanza. Compro granos, arroz, harinas y queso. Champú y jabón de tocador ya no puedo comprar. Usamos jabón líquido o en polvo. Con eso nos bañamos, lavamos la ropa y hasta el cabello”, contó.
Edinson Morales, quien también es profesor universitario destacó que en la región zuliana está ocurriendo el cierre masivo de pequeñas empresas y emprendimientos. La crisis los asfixió.
Así mismo, dijo que en la ciudad los restaurantes son los que más han sentido los efectos de la crisis económica. Muchos han bajado su santamaría.
Morales destacó que la economía en el país podría recuperarse un poco, si la empresa Chevron aumenta la producción en el país para el segundo semestre del año.