Los servicios de inteligencia y seguridad de Ucrania han celebrado la rebelión de Wagner como un paso importante hacia el fin de la invasión rusa de su territorio y el colapso del presidente, Vladímir Putin.
Según el representante de la inteligencia militar ucraniana (GUR), Andrí Yusov, la rebelión del grupo Wagner es una “consecuencia directa” de la invasión rusa en Ucrania, en la que el grupo de mercenarios del alzado Evgueni Prigozhin adquirió una importancia capital.
Muchos observadores del conflicto aseguran que la inteligencia militar ucraniana ha mantenido contactos en los últimos meses con Prigozhin y habría alimentado las tensiones entre las estructuras militares rusas que han precipitado la rebelión de Wagner.
Los dos grupos de voluntarios rusos que combatieron contra las fuerzas de Putin al lado del ejército ucraniano y han protagonizado en los últimos meses varias incursiones armadas en Rusia auspiciadas por Kiev también se han pronunciado sobre la crisis.
La posible movilización de las tropas de Wagner en secundar el alzamiento de su jefe, y un potencial traslado de soldados regulares rusos a territorio de la Federación Rusa para someter la rebelión, podrían debilitar las líneas defensivas rusas en la Ucrania ocupada y dar una oportunidad de golpear a Kiev.
Millones de ucranianos siguen los acontecimientos que se precipitan en Rusia con enorme expectación y esperan que el caos que se vive el país invasor se traduzca en un descalabro ruso en el frente que ponga fin a muchos meses de bombardeos y sufrimiento.
Con información de EFE