Ni la prisión ni la injusticia pudieron alejarlo de Dios y de la poesía: la historia de San Juan de la Cruz

Ni la prisión ni la injusticia pudieron alejarlo de Dios y de la poesía: la historia de San Juan de la Cruz

San Juan de la Cruz: la historia del religioso y poeta que fue encarcelado (Infobae)

 

 

 





 

Nació en junio de 1542 y pasó sus últimos años de vida sometido a interrogatorios crueles y dedicado a escribir sus últimos poemas, en los cuales reflejó la búsqueda de la unión con Dios y la espiritualidad.

Por infobae.com

Entre aquellos cuyas palabras trascienden y logran marcar la historia se ubica San Juan de la Cruz, un español que dejó un legado perdurable, nombrado como el poeta místico del Siglo de Oro.

Paralela a su vida religiosa desarrolló una extensa obra literaria que demostró una importante relación con la espiritualidad, la búsqueda de la unión con lo divino y una visión cargada de sensibilidad. Consolidó una carrera como poeta y religioso que lo consagró como una de las voces fundamentales misticismo experimental cristiano.

Su nombre de pila era Juan Yepes Álvarez y nació en el año 1542 en Fontiveros, territorio español. Hijo de una pareja de tejedores de buratos o velos, artículos de lujo entre las mujeres de los siglos XV y XVI, pasó muy poco tiempo con su padre, quien murió al año siguiente a su nacimiento, tras lo cual, su familia vivió una difícil situación económica.

Debido a ello, Juan de Yepes debió empezar a trabajar desde muy joven. Ingresó a un hospital y posteriormente, empezó a estudiar artes y filosofía en la Universidad de Salamanca. Allí conocería a Santa Teresa de Jesús, con quien emprende la fundación de dos nuevas órdenes de carmelitas. Fue en esta época cuando también floreció en él un amor profundo por la poesía y comenzó a mostrar una sed casi insaciable de conocimiento espiritual.

En este momento de su vida San Juan de la Cruz encontró en la poesía un medio para expresar su anhelo de unirse a lo divino en la misma línea de una búsqueda por una experiencia mística.

En 1575, tras la decisión de suprimir las fundaciones de los carmelitas descalzos que se hubieran realizado sin autorización del superior general, San Juan de la Cruz fue apresado y encarcelado durante ocho meses. Luego de fugarse, pasó el resto de su vida en Andalucía. En 1591 de nuevo cayó en desgracia y fue retirado de sus cargos religiosos.

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